La coalición golpista con mensaje embustero y altanero declara la guerra al sur

Hugo Amanque Chaiñajulio 28, 20246min0
Hugo Amanque Chaiñajulio 28, 20246min0

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La coalición golpista con mensaje embustero y altanero declara la guerra al sur

conta la tia

La revista británica The Economits concluye que Dina Boluarte sobrevive porque no está al mando. Los que mandan la han enviado al Congreso a leer un soporífero discurso embustero y altanero. Discurso que exhibe quienes componen el directorio de los dueños del Perú. En primer orden está el Congreso, luego los empresarios mineros y agroexportadores, sigue en la cadena de mando las fuerzas armadas.

Discurso embustero, porque se sostiene en la mentira, las medias verdades y en la retórica. Basta escarbar la epidermis para dar cuenta del embuste, si vemos el accionar del Ministerio de Salud tendremos la certeza que prácticamente ha abandonado el sector; el 51% de los peruanos pasa hambre, pero de acuerdo al mensaje todos están bien alimentados.

Es un discurso altanero, porque no hay autocritica. De acuerdo al mensaje es un gobierno “chambeador”, cuando todos los datos indican que es un fracaso. No es una casualidad que sea un discurso embustero y altanero. El mensaje de fondo tiene que ver con el proceso de concentración de la decisión de los grandes proyectos en el ejecutivo; en impulsar la inversión minera como la varita mágica que nos va a llevar al crecimiento; en la concentración de la ejecución de millonarios proyectos desde Ica hasta Chancay, que va articular ese espacio con los pueblos andinos vía el ferrocarril hasta llegar a Brasil, igual sucede con el puerto minero de San Juan de Marcona donde, además, allí se construirá la petroquímica.

En suma, estamos ante una estrategia de los grandes grupos económicos para concentrar todas las decisiones de negocios en el ejecutivo, tal es el caso de los proyectos de irrigación que busca favorecer directamente a los grandes agroexportadores. La mayor inversión mediante contratos de gobierno a gobierno, asociación público privada, que beneficiara directamente a los empresarios de la construcción.

Imponer los proyectos mineros bajo la denominación de interés nacional, para facilitar el uso de la fuerza y la violencia, la subordinación de las poblaciones ante el abandono estatal y el fomento de la corrupción.

De allí que se declare la guerra al sur del país. Para ello se pone como campo de batalla al Valle de Tambo. El mensaje es que “El proyecto [Tía María] tiene una importancia vital para el relanzamiento de la inversión minera en el Perú y para la consolidación del clima de inversión en general”. Para los empresarios derrotar a los cholos del Valle de Tambo es una cuestión de estado.

La liquidación del gasoducto del sur afecta directamente a todos los departamentos de Cusco, Puno, Moquegua, Tacna y Arequipa; se llevan la petroquímica a Ica y con ello la industrialización y el gas. Para el sur solo se ofrece las conexiones domiciliarias que tienen un escaso impacto en el desarrollo.

El tren Lima, Ica, Huancavelica liquida toda posibilidad de articulación del sur con Brasil, Bolivia y Argentina, y lo más grave, liquida el Puerto de Corío. En realidad, esta estrategia política, económica e ideológica del gran capital tiene como eje a la gran empresa minera capitaneados por Southern.

La gran minería bloquea el desarrollo del sur del país, no quiere gasoducto porque ello significa industrialización, no quiere agroindustria porque ello crea un eje de desarrollo que prescinde de la minería; no quiere la articulación ferroviaria del sur con Brasil, porque ello significa bajar los costos para el comercio, nuevos mercados y hacer realidad el puerto de Corío.

El discurso, entonces, es una declaratoria de guerra a todo el sur. Ha anunciado que el sur es solo para la minería. Aquí no debemos de pensar en otra alternativa, hacerlo significa ser catalogado como terrorista.

Ahora, se explica mejor el rol de Rohel Sánchez. La percepción que se ha echado a Dina Boluarte es quedarnos en la superficie, el gobernador es parte del engranaje de esta política. No es producto de una reubicación en el escenario político, es parte de un plan que cuaja en la campaña electoral y que se ejecuta con un discurso empresarial de articulación de los tres niveles de gobierno y en la propuesta del desarrollo territorial. Por eso no habla nunca del gasoducto sur, apoya a Southern y entrega Majes Siguas al gran capital agroexportador.

Ante este escenario debemos de prepararnos, forjar la unidad, ser solidario, pelear en todos los espacios. No podemos dejar ningún resquicio. No olvidemos que tenemos al enemigo en casa. Termino parafraseando al Mariscal Sucre, de que lo hagamos hoy depende el futuro de Arequipa y el Sur de la Patria.

Elías Rojas Paredes – Sociologo y Político

 Foto PUCP RIDEI 

Hugo Amanque Chaiña


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