Los Cardenales de la Santa Iglesia Romana constituyen un Colegio peculiar, al que compete proveer a la elección del Romano Pontífice, según la norma del derecho peculiar en un Cónclave.

Los Cardenales asisten al Romano Pontífice colegiadamente cuando son convocados para tratar juntos cuestiones de más importancia, sobre todo en los Consistorios, en los que se reúnen por mandato del Romano Pontífice y bajo su presidencia.

Los Consistorios son ordinarios y extraordinarios. Al Consistorio ordinario se convoca al menos a todos los Cardenales presentes en la Urbe, para consultar sobre algunas cuestiones graves más comunes y para realizar ciertos actos de máxima solemnidad.

Estos asuntos en este caso, pueden ser por la Cuaresma que se inicia solemnemente el Miércoles de Ceniza. Sólo el Consistorio Ordinario en el que se celebran ciertas solemnidades puede ser público, cuando además de los Cardenales son admitidos Prelados, representantes diplomáticos de las sociedades civiles y otros invitados al acto.

Al Cardenal a quien el Romano Pontífice encomienda el encargo de que le represente en alguna celebración solemne o reunión, es como «Legatus a latere», es decir, como si fuera «él mismo».

El Consistorio extraordinario, que se celebra cuando lo aconsejan especiales necesidades de la Iglesia o la gravedad de los asuntos que han de tratarse, se convoca a todos los Cardenales. No tenemos conocimiento a qué clase de Consistorio o Asamblea de Cardenales ha convocado el papa.

Javier Azalgará Neira – Abogado

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