El legado inmortal que dejó el pastor norteamericano Martin Luther King

Hugo Amanque Chaiñaenero 18, 202526min0
Hugo Amanque Chaiñaenero 18, 202526min0

Left Banner

Left Banner

El legado inmortal que dejó el pastor norteamericano Martin Luther King

martin en plaza

“Yo tengo un sueño: Que mis cuatro hijos vivirán en una Nación donde no se les juzgará por el color de su piel, sino por sus cualidades”.

Extracto del discurso que pronunció Luther King frente al Monumento a Abraham Lincoln en 1963.

No podemos ignorar que entre el siglo XIV y XV los países imperialistas de la vieja Europa se dividieron territorialmente el mundo. Especialmente el continente africano, donde los negros fueron cazados como si fueran animales y trasladados en viejas embarcaciones en océanos como si fueran ganado para que trabajen en Estados Unidos y otros Estados como Brasil, Perú y Bolivia. Se estima que más de veinte millones de negros fueron arrancados de sus terruños y solo llegaron vivos a nuestro continente alrededor de doce millones de negros en doscientos años de silencioso sufrimiento.

Al comenzar el siglo XX, aproximadamente ocho millones de negros fueron los sobrevivientes en todo el territorio de Estados Unidos quienes vivían en condiciones infrahumanas en campos de cultivo y en los suburbios de dicho país. En los estados del norte yanqui, había mayoría blanca que no tenían leyes de segregación racial, pero en los hechos los negros no tenían derechos humanos.

Al sur de Estados Unidos, la situación era peor ya que había una segregación racial más oprobiosa donde la mayoría blanca abusaba constantemente de los hombres de color. La sociedad norteamericana fue racista desde que nació como Estado autónomo y soberano de Inglaterra, pese a que en su declaración de independencia nacional reconoció la libertad de todos sus ciudadanos en 1776. La prueba más palpable del racismo americano es que recién en 1863 se firmó la ley que abolió la esclavitud por parte del presidente Abrahán Lincoln.

Esa era la permanente situación de tensión social al iniciarse el siglo XX, cuando la minoría negra soportaba en silencio humillaciones y abusos por parte de la mayoría blanca. Martin Luther King ​ nació en esa estructura social fraccionada el 15 de enero de 1929 y fue hijo del pastor bautista Martin Luther King, y Alberta Williams King que fue organista en una iglesia.

Desde niño se dio cuenta que vivía en una sociedad racista ya que, a los seis años, dos niños blancos le anunciaron que no estaban autorizados a jugar con él. En 1939 estudió en la Booker T. Washington High School de Atlanta y entró a los 15 años en el Morehouse College, una universidad reservada a jóvenes negros.

Se casó el 18 de junio de 1953 con Coretta Scott con quien tuvo cuatro hijos. King fue nombrado en 1954 pastor de la Iglesia bautista de la Avenida Dexter en Montgomery a los 25 años de edad. Históricamente el sur de los Estados Unidos fue más racista que el norte de ese país en el siglo pasado. Se registraron muchos actos de violencia contra los negros que, en 1955, provocó la muerte de tres afroamericanos, entre ellos un joven de 14 años Emmett Till simplemente por dar un piropo a una señorita blanca de 14 años que fue considerado un atrevimiento por la minoría blanca; quienes masacraron al joven negro, quedando en la impunidad dicho crimen, lo que generó un rechazo de las minorías.

Martin Luther se graduó en 1948 como sociólogo en el Morehouse y luego estudió en el Crozer Theological Seminary en Chester, en Pensilvania donde egresó como Licenciado en Teología el 12 de junio de 1951. Concluyó sus estudios de Doctorado en Teología en la Universidad de Boston donde se graduó como Doctor en Filosofía el 5 de junio de 1955. Ese año el primer día de diciembre de 1955, Rosa Parks que era una mujer negra, fue arrestada por haber violado las leyes segregacionistas de la ciudad de Montgomery al no querer ceder su asiento a un hombre blanco en un autobús. Ella argumentó que el bus no estaba lleno de pasajeros y que el blanco podía sentarse en cualquier asiento lo que provocó que la policía la detuviera.

King consideró un abuso la detención de Park e inició un boicot a los autobuses municipales con la ayuda de la población negra para exigir a las autoridades blancas que deroguen la ley que restringía su derecho a sentarse en cualquier asiento, organizando a los negros para que viajen en automóviles colectivos para evitar que las minorías pierdan sus ocupaciones laborales. Fue arrestado y su vivienda fue atacada con bombas incendiarias por integrantes del Ku Klux Klam, que fue una organización extremista que promovía la xenofobia, el racismo y anticomunismo llegando a utilizar la violencia extrema y la intimidación como métodos de presión y escarmiento en las iglesias y viviendas contra la minoría negra y contra blancos que simpatizaban con la liberación racial de los hombres de color.

El boicot que promovió King concluyó luego que una resolución de la Corte Suprema de los Estados Unidos del 13 de noviembre de 1956 declaró ilegal la segregación de los negros en los autobuses, restaurantes, escuelas y otros lugares públicos. En 1960, la población sureña de Birmingham era de 350,000 habitantes de los cuales un 65 % eran blancos y el resto negros.

En esa época, solo el 10 % de la población negra estaba inscrita en las listas electorales y su nivel de vida medio era menos de la mitad que el de los blancos, y los salarios para un mismo puesto eran muy inferiores. Birmingham no tenía ni policías, ni bomberos, ni tenderos, ni directores ni empleados bancarios de color negro y los empleos para la población de color estaba limitados a los trabajos manuales en las acerías. El desempleo entre los negros era dos veces y medio más elevado que el de los blancos. Las protestas comenzaron por un boicot en la Pascua de 1963 para animar a los jefes de empresas a que aperturen los empleos de vendedores y otros puestos a las personas de todas las razas, y detener la segregación en las tiendas donde había cajas de cobranza reservadas exclusivamente para los blancos.

King y las iglesias negras empezaron manifestaciones no violentas, como las sentadas en restaurantes y bibliotecas, el arrodillamiento en las iglesias reservadas a los blancos y marchas de protesta pacíficas, todo ello con la finalidad de provocar arrestos. Luther King fue arrestado el 13 de abril. Durante su estancia en la cárcel, escribió la famosa Carta desde la cárcel de Birmingham, donde en un ensayo, definió su lucha contra la segregación que constituyó una apasionada declaración de su cruzada por la justicia y la vida. En tales circunstancias, recibió el apoyo directo del presidente norteamericano John FitzGerald Kennedy, siendo liberado una semana después.

El domingo 15 de septiembre de 1963, un atentado con bomba del Ku Klux Klan contra la iglesia bautista de la calle 16 durante el momento de la oración, causó la muerte de cuatro muchachas negras e hirió a 22 niños. El ataque provocó la indignación nacional y reforzó el movimiento de los derechos civiles. Representando a las iglesias cristianas, Martin Luther King era el dirigente de una de las seis grandes organizaciones por los derechos civiles que organizó la marcha sobre la ciudad capital de Washington, exigiendo el cese definitivo de la segregación racial contra las minorías.

La marcha hacia la capital norteamericana de Washington se inició con el lema “Venceremos” que planteó demandas específicas al gobierno y sociedad norteamericana: a) el fin de la segregación racial en las escuelas públicas; b) una legislación sobre los derechos civiles que prohibiese la discriminación racial en el mundo laboral; c) una ley de protección de los activistas de los derechos civiles de la violencia policial; y, d) un salario mínimo de 2 dólares para todos los trabajadores sin distinción.

A pesar de las tensiones sociales, la marcha fue un rotundo éxito. Más de 250,000 personas de todas las razas se reunieron el 28 de agosto de 1963 frente al Capitolio de los Estados Unidos y al monumento del ex presidente Abran Lincoln, lo que constituyó la manifestación más grande que tuvo lugar en la capital estadounidense.

Fue el momento cumbre en la lucha de Martin Luther King que en su famoso discurso «I have a dream. Yo tengo un sueño», donde manifestó su voluntad y su esperanza de conocer una América fraterna y sin exclusiones. King en síntesis manifestó lo siguiente ante la multitud de personas:

“Hace más de un siglo atrás el presidente Lincoln firmó la declaración que ponía fin a la esclavitud en Estados Unidos y fue un faro de esperanza para los millones de negros para acabar con nuestra cautividad. Pero hoy a 100 años aun no somos libres y seguimos siendo discriminados y continuamos en pobreza. Hemos venido a la capital de la república para cobrar el cheque de nuestra independencia que nos garantizaba el derecho a la vida y libertad desde nuestra independencia nacional en 1776 cuando nacimos como Estado.

América ha negado esos derechos a los negros. Ese cheque no tiene fondos porque no nos reconocen aun nuestros derechos. Hoy queremos cobrar ese cheque que satisfaga nuestra seguridad y justicia. La democracia debe ser real y queremos que la justicia sea una realidad para todos los hijos de Dios en la tierra. 1963 no es un fin sino un comienzo. No habrá descanso ni tranquilidad en Estados Unidos hasta que haya justicia para los negros.

Hermanos, no debemos tener ira ni rencor a los blancos. Nuestra protesta no puede generar violencia física. Nuestra fuerza espiritual debe ser superior a la fuerza física. No podemos tolerar que nuestros hijos no puedan ir a colegios y dividirnos en los buses.

Tengo un sueño que un día esta Nación se pondrá en pie y que todos los hombres creados por Dios sean iguales. Que los hijos de los propietarios de esclavos y los hijos de los esclavos se sentaran juntos en una mesa de fraternidad. Sueño que mis cuatro hijos vivirán en una Nación donde no serán juzgados por su color de piel, sino de su carácter algún día. En Alabama donde los blancos nos humillan, algún día los niños negros y blancos se darán la mano y jugarán juntos. Tengo fe que transformaremos nuestra sociedad y luchar y trabajar juntos y sueño con la libertad para todos los americanos y sin discriminación. Ese día cantaremos a Dios porque todos nos reconoceremos libres”.

El discurso de King fue certero y conmovedor generando simpatía en la sociedad americana, ya que tuvo amplia cobertura de la prensa nacional y al año siguiente, logró el sueño que esperaban millones de negros. El 02 de agosto de 1964 el presidente Jhon F. Kennedy en una ceremonia oficial en la Casa Blanca, acompañado por el presidente del Congreso Nacional de Estados Unidos y el líder Martin Luther King, suscribió la ley que reconocía que los negros tenían derechos civiles tan iguales que los blancos.

¿Qué importancia histórica tuvo dicha ley de derechos civiles?

Dicha norma legal prohibió toda forma de discriminación contra los negros en las escuelas, parques, automóviles, restaurants, teatros, iglesias, no entregándose fondos económicos estatales a los estados que no respetasen dicha ley. Pero, el 06 de agosto del año 1965 se consolidó el avance de los derechos de la minoría negra, ya que el presidente Johnson firmó la Ley de DerechosmElectorales, acompañado por el líder Martin Luther King, por el cual los negros tenían derecho al sufragio que siempre se les restringió en los procesos electorales.

El presidente Johnson al promulgar dicha ley manifestó lo siguiente: “Para nosotros los americanos la libertad, la justicia y la dignidad de las personas, no son solo palabras. Creemos en ellas. Así, esta es una victoria para la libertad de los negros norteamericanos, pero también es una victoria para la libertad de nuestra nación norteamericana. Y todas las familias en la extensión de esta gran tierra, viviremos más fuertes en libertad, viviremos con expectativas de mayor esplendidez y nos sentiremos más orgullosos de ser estadounidenses gracias al proyecto legislativo que ustedes han aprobado y en el que yo estampare mi firma por la unidad nacional”.

El 14 de octubre de 1964 fue otro momento cumbre para Martin Luther King ya que se convirtió en el ciudadano más joven del mundo al recibir el Premio Nobel de la Paz, como distinción mundial por haber dirigido una resistencia no violenta con el objetivo de eliminar los prejuicios raciales en los Estados Unidos. Pese al avance legislativo a favor de la minoría negra en Estados Unidos, la ley de derecho al voto no se cumplía a plenitud. En diciembre de 1964, King y las iglesias se reunieron para que en el distrito de Selma del Estado de Alabama se respete el derecho al voto de los negros.

La mitad de los habitantes de esa ciudad eran negros, pero solo el 1 % de ellos estaban inscritos en las listas electorales; la oficina del registro, que no estaba abierta más que dos días al mes, abría con retraso y sufría demoras además por las pausas para comer. El domingo 7 de marzo de 1965, más 600 defensores de los derechos civiles salieron de Selma para intentar llegar a Montgomery, la capital del estado, con el fin de presentar sus quejas mediante una marcha pacífica.

Fueron arrestados a los pocos kilómetros en el puente Edmund Pettus, donde la policía y una muchedumbre hostil de personas de piel blanca les impidió proseguir y los rechazó violentamente a golpe de porrazos y de gases lacrimógenos. Ese día fue denominado con el nombre de «lunes de la resistencia» y marcó un punto sin retorno en la lucha por los derechos civiles.

El movimiento buscó entonces la protección de la justicia con el objeto de realizar la marcha, y fue el juez de la Corte Federal Frank Minis Johnson quien resolvió en favor de los manifestantes negros con el siguiente argumento: “La ley es clara con respecto al hecho de que el derecho a presentar quejas contra el gobierno puede ser ejercido por un gran grupo […] y estos derechos pueden ser ejercidos por una marcha, incluso de la extensión de una vía pública”.

Tras el éxito en el sur, Martin L. King y otras organizaciones en defensa de los derechos civiles intentaron extender en 1966 el movimiento hacia el norte: Chicago se convirtió en el objetivo principal. Martin Luther y Ralph Abernathy, ambos de clase media, se mudaron a los suburbios de Chicago en el contexto de una experiencia educativa. Pero, Martin Luther King comenzó a criticar públicamente el papel de los Estados Unidos en la guerra de Vietnam y un año antes de su muerte, pronunció en Nueva York el discurso «Más allá de Vietnam: el momento de romper el silencio».

Denunció que no estaba de acuerdo con la invasión de Vietnam e insistía en el hecho de que estaban ocupando ese país ilegalmente y llamaba al gobierno estadounidense como proveedor de violencia en el mundo exigiendo que el país tenía necesidad de un cambio moral. Luther King fue criticado por blancos racistas de los estados del sur por criticar al gobierno. Los medios conservadores como “The Times” y “The Washington” criticaron abiertamente al líder negro.

A partir de noviembre de 1967, King y las iglesias cristianas se reunieron para discutir la nueva legislación, los motines raciales y la aparición del poder negro que exigían mayores derechos pretendiendo utilizar la violencia física. Organizaron la Campaña de los pobres con el fin de luchar por la justicia social. “No deben ser solo las gentes negras, sino todos los pobres, afirmó King, quien, recorrió el país de punta a punta para tratar de reunir un «ejército multirracial de los pobres», que marcharía hacia Washington e iniciar una desobediencia civil en el Capitolio, que duraría lo que fuese necesario hasta que el Congreso firme una «declaración de los derechos humanos del pobre».

El líder negro quería enfrentarse al Congreso, que había demostrado según él, «hostilidad a los pobres» al «distribuir los fondos militares con generosidad a las fuerzas armadas” pero dando «fondos a los pobres con avaricia». A fines de marzo de 1968, Martin Luther King se desplazó a Memphis (Tennessee) para apoyar a los basureros negros locales que estaban en huelga desde el 12 de marzo con el objetivo de obtener una mejora salarial y un mejor trato. A los afroamericanos se les pagaba 1 dólar y 70 centavos por hora, pero no se les abonaba cuando no podían trabajar por razones climatológicas, al contrario de lo que se hacía con los trabajadores blancos.

El 4 de abril de 1968 a las 18 horas, King fue asesinado por un segregacionista blanco en el balcón del Lorraine Motel en Memphis (Tennessee). Por este hecho, se declaró culpable a James Earl Ray, a quien se sentenció a 99 años de cárcel. El asesinato provocó oleadas de motines raciales en varias ciudades de los Estados Unidos que provocó numerosas muertes y obligaron a la intervención de la Guardia Nacional.

Cinco días más tarde, el presidente Johnson decretó un día de luto nacional (el primero por un afroamericano) en honor de Martin Luther King. A los funerales asistieron 300, 000 personas, entre ellas también el vicepresidente Hubert Humphrey. Motines de cólera estallaron en más de cien ciudades, provocando 46 víctimas.

El asesinato de Martin Luther King, Jr. se consideró uno de los magnicidios del siglo XX. King es recordado hoy como un líder y héroe civil de la historia de Estados Unidos, y en la moderna historia de la no violencia, nos dejó un legado de inmortalidad exigiendo que la comunidad negra no sea discriminada por la sociedad norteamericana.

Se le concedió a título póstumo la Medalla Presidencial de la Libertad por Jimmy Carter en 1977 y la Medalla de Oro del Congreso de los Estados Unidos el 2004. Previamente, en 1986 el presidente Ronald Reagan declaró el “Día de Martin Luther King” el tercer lunes de enero de cada año como día festivo en los Estados Unidos.

Sin ninguna fue uno de los líderes mundiales más importantes del siglo XX como Mahatma Gandhi que logró la independencia de su patria la India y de Nelson Mandela que también logró el final de la segregación racial en Sudáfrica en forma pacífica. El legado histórico que dejo Martin Luther King fue lograr la igualdad de los derechos de las personas negras y blancas en Estados Unidos en 1964 no utilizando la violencia. El pueblo norteamericano reconoció el aporte histórico de la comunidad negra a su desarrollo y progreso nacional después de más de 200 años de su independencia nacional en 1776 al elegir por primera vez el 04 de noviembre del 2008 al presidente negro Barack Obama como jefe de Estado y reelegirlo el año 2012.

Extracto del discurso de Luther King en 1963.

“La democracia debe ser real y queremos que la justicia sea una realidad para todos los hijos de Dios en la tierra. 1963 no es un fin sino un comienzo. No habrá descanso ni tranquilidad en Estados Unidos hasta que haya justicia para los negros. No debemos tener ira ni rencor a los blancos. Nuestra protesta no puede generar violencia física. Nuestra fuerza espiritual debe ser superior a la fuerza física. No podemos tolerar que nuestros hijos no puedan ir a colegios y dividirnos en los buses”.

Hugo Amanque Chaiña – Periodista y Abogado

Hugo Amanque Chaiña


Post Banner

Post Banner