Una vergüenza los legisladores que hoy tenemos en el Perú

«En el orden político, lo mismo que en el zoológico, el ayuntamiento de especies diferentes no produce más que híbridos o seres infecundos (…) Aquí no se comprende a las alianzas porque persiguen el único fin de encumbrar o derrocar a un Presidente» (Manuel Gonzales Prada, «Horas de Lucha»).
¿A quién derrocaron? a Pedro Castillo Terrones. ¿A quién encumbraron? a Alberto Fujimori. A uno lo tildan de delincuente y lo meten preso. Al delincuente le dan libertad con un indulto fraudulento. En las bancadas congresales, agrupaciones mercantiles o personalistas, no caben alianzas ni transacciones».
No basta desplegar la bandera y lanzar el grito para que los adherentes acudan en tropel. Nos dirigimos a un pueblo cien veces engañado, que desconfiará de nosotros mientras los actos no le prueben la sinceridad de las intenciones (…) la vida ejerce una propaganda lenta y muda, pero irresistible, mucho más realizaremos con el ejemplo» (M.G.P. «Horas de Lucha»).
La justicia con el oprimido, la obra que haga vivir como personas a los que no pueden por sí mismos, son exigencias del amor a la mujer y al hombre. Mochar sueldos es esclavitud, trata de personas. No es necesario demasiado aparato para que los seres humanos capten verdades tan sencillas como la iniquidad de las flagrantes injusticias sociales. Quienes han dado el golpe de Estado son los congresistas, han desestabilizado al país, han copado todas las instituciones públicas: el Tribunal Constitucional, la Defensoría del Pueblo, la Junta Nacional de Justicia, y por ende, el Poder Judicial, el Ministerio Público y el Poder Electoral.
Esto acompañado de delitos de lesa humanidad, violación de derechos humanos, asesinatos, crímenes, de los que son cómplices los congresistas. Como el dictador Ortega de Nicaragua, empiezan a expulsar embajadores o declararlos no gratos y rompen con la Organización de Estados Americanos (OEA) al incumplir con tratados internacionales. Todo esto manipulado por el Congreso, que no tiene la facultad de dirigir la política internacional según la Constitución Política del Perú. Ésta es la política exterior de la dictadura de Ortega-Murillo y del Fujimorismo.
Javier Azálgara Neira – Abogado Premonitor