Debe reducirse la brecha digital en los hogares para que tenga éxito la enseñanza virtual en el país afirma experta educativa en TICS

En nuestro país hay aun una brecha digital que debe reducirse con el apoyo del gobierno nacional para que tenga éxito la enseñanza virtual en nuestros estudiantes del sistema educativo, ya que no todas las instituciones educativas estaban preparados para el proceso enseñanza-aprendizaje de educación digital antes del COVID 19. Así lo afirmó la Mag. Elizabeth Vidal Duarte, Jefa de Gestión Técnica Pedagógica de la Dirección Universitaria de Tecnologías de Información y Comunicación de la Universidad Nacional de San Agustín, quien concedió una entrevista al Portal Arequipa Misti Press que reproducimos a continuación.
El MINEDU y la SUNEDU publicaron resoluciones para que las universidades e institutos superiores implementen educación virtual ante la emergencia sanitaria, así como precisó los criterios de supervisión de adaptación de la educación no presencial en el mes de marzo y abril 2020. ¿Estaban preparados las universidades e institutos del país para implementar la educación virtual en el país ante la sorpresiva aparición del COVID 19?
Muchas universidades contaban con Plataformas Virtuales. Muchas de ellas usadas como soporte al proceso de enseñanza/aprendizaje o como un modelo b-learning. Pero la enseñanza virtual va mas allá de solo subir contenido a una plataforma; implica conocimientos de Diseño Instruccional como el ampliamente conocido modelo ADDIE, de conocer diferentes formas de interacción, de evaluación y retroalimentación, del mantener la presencia como docente aún en lo virtual. Por otro lado existen vacíos que van más allá de la realidad de cada Universidad y es la brecha digital que siempre existió pero el COVID-19 la hizo más evidente. Esto es el acceso a internet o la disponibilidad de dispositivos electrónicos en casa. Entonces creo que podríamos hacer una separación en cuanto a lo tecnológico (plataforma virtual), conectividad de los docentes y estudiantes en sus casas y preparación en cuanto enseñanza/aprendizaje en línea. Tal vez la gran mayoría tenia de alguna forma cubierta la parte de plataforma, pero no los otros dos aspectos.
¿Según su criterio, cuáles son las ventajas y desventajas de la educación virtual respecto a la educación presencial hoy en el país?
La enseñanza virtual ha estado presente en el mundo desde hace 40 años pero nunca tuvo un rol protagónico. En la literatura científica se han documentado los efectos positivos de la enseñanza virtual, algunos de ellos son la motivación, la mediación y expansión de procesos comunicativos, la mediación y expansión de funciones cognitivas y metacongnitivias. Esto nos lleva también a nivel universitario al rol protagónico de los estudiantes. Una clase virtual bien diseñada permite al estudiante gestionar su proceso de aprendizaje. El aprendizaje va más allá de un espacio y un momento en clase. Permite mayor interacción y oportunidades de trabajo colaborativo. Por poner un ejemplo, un debate que puede hacerse en una clase presencial en una 1 hora, en una clase virtual puede darse en dos o tres días, ya que no hay una limitación de tiempo y espacio. Los estudiantes pueden participar en diferentes momentos por ejemplo en un foro, documentarse mejor, hacer réplicas con mejores fundamentos y nuevos referentes. Creo que la virtualidad nos da mucho más espacio para ese momento de retroalimentación tan importante para indicar al estudiante que hizo bien, que hizo mal, y que debe hacer para mejorar. Puede ser realizado mediante la Plataforma, o hasta en un mensaje de voz. En la educación virtual prima la evaluación permanente. Al igual que en la clase presencial, en la clase virtual existe un diseño detallado de cada sesión, de cada actividad, del resultado que pretende lograr dicha actividad, la herramienta que se utilizará para ejecutarla, la rúbrica de evaluación y sobre todo y más importante la retroalimentación que recibirá el estudiante de forma oportuna. Citando a Morín, filósofo francés, autor del clásico “Introducción al pensamiento complejo” en una reciente entrevista, expone con gran lucidez a sus 98 años “Los conocimientos se multiplican de una manera exponencial, de golpe, desbordan nuestra capacidad de asimilación, y sobre todo lanzan el desafío de la complejidad: cómo confrontar, seleccionar, organizar esos conocimientos de manera adecuada al momento de conectarlos y de integrar la incertidumbre”. Yo veo esta situación como una gran oportunidad para la educación hace que nos cuestionemos la forma en que veníamos trabajando. Cuanto pensabábamos que teníamos todas las respuestas, nos cambiaron las preguntas (Mario Benedetti). La desventaja está en que muchas veces es difícil “leer” el rostro de nuestros estudiantes para ver si están aprendiendo. Requiere un esfuerzo mayor el estar presente y diseñar actividades de monitoreo para seguir su proceso de aprendizaje. En el contexto peruano en una Universidad nacional como la nuestra, la desventaja está dada a que no existe la disponibilidad de un dispositivo permanente, me refiero a una computadora para el estudiante en cada hogar. Muchas veces dicha computadora es compartida por varios miembros de la familia lo que limita el tiempo de acceso. A eso se le suma el problema de acceso a internet que muchas veces no existe una conexión dedicada en casa y los estudiantes dependen de los datos que cargan a sus celulares.
Algunos expertos en educación afirman que la educación virtual al ser flexible, repercutirá en contra de los estudiantes ya que en la educación presencial hay más rigor y participación de los alumnos con sus docentes, lo que ocasionará que no puedan ser bien evaluados y por lo tanto, la calidad de la educación peruana se perjudicará en la evaluación internacional en las pruebas PISA a futuro. ¿Se corre ese riesgo?
Creo que la flexibilidad no se traduce en baja Calidad. Al contrario, la flexibilidad permite dar al estudiante su propio espacio, trabajar a su propio ritmo. Repetir el video que dio el docente tantas veces como sea necesario hasta que se logre el aprendizaje. Estamos en una situación tan inesperada que es arriesgado realizar tal afirmación. Pero mi experiencia está orientada a la educación universitaria en donde los jóvenes regulan su proceso de aprendizaje. En estas circunstancias, si nos referimos a educación virtual para educación básica regular que ocurre cuando los padres no pueden estar presentes para orientar y apoyar a sus menores hijos. No creo que la virtualidad sea el problema sino factores externos. A manera de anécdota cuando le pregunté a un estudiante como se sentía con las clases virtuales me dijo que sentía que aprendía mas porque ahora le podía poner PAUSA a su profesor, lo que no podía hacer en una clase presencial. Creo que la presencialidad tampoco es garantía de calidad. Es posible dictar una clase y no lograr los aprendizajes. No podemos culpar a la educación virtual, sino a las estrategias que elegimos como docentes y si fuimos o no capaces de ser capaces de reflexionar en un tiempo muy breve sobre la efectividad de dicha estrategia y tomar medidas correctivas.
Una de las críticas que se hizo al MINEDU es que la resolución 090-2020 sobre las tareas que dejan los docentes a distancia y que no sean entregadas a tiempo, no serán pasibles de calificación lo que generó malestar en los padres de familia en colegios privados ya que ellos pagaban por recibir buena calidad educativa. Asimismo, no hubo uniformidad en las modalidades a distancia, los horarios, la elección y adecuación de las plataforma educativas tecnológicas a usar, etc. ¿Hizo bien el MINEDU esta resolución o pudo buscar otras alternativas?
Mi opinión tiene dos miradas aquí, como parte de DUTIC del 2017 y como madre de dos niñas de 9 y 11 años. El tiempo de reacción fue muy corto. Las instituciones educativas tuvieron lo que se llama una respuesta de choque, esto es, por el tiempo tan corto tal vez las instituciones no pudieron elegir la mejor solución pero si la más viable, citando al Director de Cátedra UNESCO de Educación y Tecnología para el Cambio Social, Albert Sangrá. Se preocuparon solamente por la Tecnología a utilizar es decir la Plataforma. No se capacitó a los docentes en todo lo que implica la pedagogía en lo virtual…no hubo tiempo. Ya los docentes estaban abrumados en aprender a utilizar la nueva plataforma, en grabar videos, en dominar lo operativo. La enseñanza virtual no es una réplica de lo presencial, es un formato diferente que permite al estudiante gestionar su propio proceso de aprendizaje. Y al ser este proceso tan repentino… la flexibilidad es importante. Es muy difícil uniformizar porque las realidades son muy diversas. Es importante reflexionar en que hay padres que trabajan desde casa, hay varios hermanos en edad escolar, o edad universitaria, y a veces 1 un sólo computador. Muchas instituciones optaron por la Suite de Google por lo gratuito, otras instituciones con un mayor poder adquisitivo adquirieron Zoom.
¿Conoce usted a que porcentaje llegaba la educación virtual en el sistema educativo peruano antes de la pandemia del COVID 19 y hoy a qué porcentaje se ha incrementado en el país?
No conozco la realidad a nivel nacional, pero si puedo hablar de mi experiencia como parte de DUTIC de la Universidad Nacional de San Agustín. Ha Diciembre del 2019, luego de dos años de capacitaciones teníamos un 70% de uso de Aulas Virtuales en la modalidad B-Learning. Esa familiaridad de uso y experiencia de nuestra plataforma nos dio una base tecnológica sólida. Además nuestros docentes fueron capacitados en el uso de aulas virtuales bajo consideraciones de pedagogía de recursos virtuales. Eso hizo que seamos la primera Universidad Nacional en iniciar nuestras clases 100% virtual el año 2020 entre las universidades peruanas.
¿Cuántos tipos o modalidades de educación virtual son las que existen hoy y cuáles de ellas son las que mejor pueden llegar a nuestros estudiantes en esta pandemia sanitaria?
Tomando las definiciones dadas por SUNEDU existen dos tipos: Síncrona y Asíncrona. Aprendizaje asíncrono: Proceso de aprendizaje diferido, es decir, el docente y el estudiante no están al mismo tiempo en el mismo espacio. El uso de la tecnología permite que los aportes del docente y estudiante se registren en la plataforma virtual o educativa dándole la oportunidad a que el estudiante gestione su propio aprendizaje. Aprendizaje síncrono: Proceso de aprendizaje en línea que se lleva a cabo en tiempo real entre el docente y estudiante coincidiendo en el tiempo y el espacio físico o virtual. La que más se adapta a nuestra realidad es la asíncrona, ya que el estudiante tiene acceso por adelantado al material y lo estudia cuando tiene disponibilidad del dispositivo y de acuerdo a su tiempo. Pero si se hace necesario complementarla con sesiones síncronas diseñadas para atender consultas sobre el material dado, complementar el material, evaluar aprendizajes de forma activa y sobre todo para ese momento de presencia tan importante que necesita el estudiante.
El Dr. Juan Rodríguez, experto en educación virtual afirmó que el artículo 27 de la ley general de educación 28044 es una modalidad del sistema educativo que complementaba la educación presencial, pero más de la mitad de estudiantes no tienen TICS en sus domicilios y los docentes no están capacitados por lo que debían utilizarse estrategias bien definidas por parte del MINEDU y SUNEDU en la educación básica, superior y universitaria. ¿Tiene razón y percibe usted que el MINEDU está utilizando una buena estrategia para llegar a los estudiantes?
Los gobiernos del mundo han elegido una estrategia de Choque como lo mencioné previamente porque no había otra alternativa. Se ha hecho lo que era viable. El error sería adaptarnos a ese primer intento y no evaluar los resultados y hacer las medidas correctivas para el próximo semestre. Existen lineamientos muy interesantes que está dando la UNESCO tanto para la educación básica regular como para la educación universitaria. Recomiendo el último informe “COVID-19 y educación superior: De los efectos inmediatos al día después. Análisis de impactos, respuestas políticas y recomendaciones”
Padres de familia de colegios, institutos y universidades privadas en el país exigieron que estas entidades reduzcan sus costos ya que ellos se matricularon para educación presencial y no educación virtual que era complementaria a la primera. ¿Se justifica la reducción de pensiones? ¿Cuánto se ahorrarían estas instituciones educativas si se masifica la educación virtual?
En este punto yo tengo una reflexión en cuanto a que la educación virtual no es nueva, está mucho tiempo entre nosotros a nivel tanto Universitario de Pregrado y Postgrado. Cada vez se ha escuchado más de Maestrías virtuales de muy buena calidad y mejor aún cursos dictados por las mejores universidades del mundo como Stamford, Harvard, MIT por mencionar algunas que dan sus cursos en plataformas como EDX o Coursera. Estas clases fueron diseñadas para personas comprometidas con su aprendizaje y que son capaces de gestionar sus tiempos. No he visto Educación Virtual para colegios. Es una realidad completamente diferente sobre todo si hablamos de niños de primaria. Ellos necesitan la tutoría y acompañamiento de los padres para estar atentos a la pantalla y no distraerse. Imprimir un documento, resolverlo, volverlo a subir al aula (ahora hablo como madre). Creo que ahora los colegios han reducido gastos de mantenimiento. También muchas instituciones han optado por CLASSROOM de GOOGLE que es gratuito, las sesiones de trabajo se han reducido a 30 o 40 minutos (que es lo recomendado en un entorno virtual) y se complementa con el trabajo “autónomo” (dependiendo de la edad). Los docentes trabajan mucho mas ahora para preparar su material, un video de 30 minutos implica un trabajo de 2 a 3 horas. Mi pregunta es si las instituciones están cubriendo esas horas extras a sus docentes o pagando su conexión a internet. Si debe justificarse la reducción de pensiones.
Algunos educadores temen que la educación virtual tecnológica puede generar deserción de estudiantes de los cursos que se les dicten ya que no dominan estas herramientas ni fueron instruidos oportunamente por lo que los objetivos programados no se lograrían en los procesos de enseñanza aprendizaje que programaron las universidades, institutos y colegios. ¿Se corre ese riesgo? ¿Cómo superarlo?
El principal riesgo en este momento no es el dominio de la herramienta. Tanto docentes tanto universitarios como de educación básica regular han demostrado su capacidad de adaptación al cambio. El riesgo está primero en la brecha digital, el no contar con un dispositivo en casa lo cual no permita dedicarle el tiempo necesario al proceso de aprendizaje o tener la conexión dedicada con una velocidad aceptable. Eso puede generar una situación de desánimo y frustración. El Segundo riesgo es no haber estado preparados para la enseñanza virtual. El mayor error (por falta de conocimiento, porque nadie nos preparó para ello) sería trasladar nuestros modelos y estructuras de enseña tradicionales a lo virtual. Tratar de evaluar en línea como lo hacía en lo presencial, tratar de dictar 1 hora a través de una pantalla. En una pregunta anterior hice mención a la solución de choque. Una solución de emergencia efectiva con vacíos en cuanto a lo pedagógico. El gran riesgo es quedarnos con lo que se hizo en la primera etapa y no evaluar y rediseñar lo que se hizo. El diseño instruccional es ampliamente conocido es la educación virtual y tiene fases bien definidas que garantizan la calidad de la enseñanza. Esto no se pudo hacer en esta primera etapa, pero si es necesario hacerlo ahora que ya se tiene cierto dominio de la tecnología. Es importante una reflexión permanente del docente en cuanto a lo que es efectivo para el logro del aprendizaje y lo que puede mejorarse.
La UNSA fue la primera universidad pública en el país en iniciar el año académico 2020 con educación virtual a sus estudiantes. ¿Los cogió de sorpresa? ¿Estaban preparados institucionalmente? ¿Cuántos estudiantes y docentes fueron capacitados previamente a la pandemia? Del total de estudiantes agustinos matriculados, ¿A cuántos llega hoy la educación virtual en la UNSA?
Creo que en cierta parte estábamos preparados. En el año 2017 iniciamos la Hermosa Aventura llamada DUTIC en donde capacitamos a los docentes en la gestión de aulas virtuales alineadas a nuestro Modelo Educativo. Siempre primó el uso desde la pedagogía y como un complemento al Proceso de Enseñanza/Aprendizaje. Por dos años trabajamos con los docentes en este proceso. En el 2019, nuestro Director, el Mg. Robert Arisaca y nuestra Jefa de Desarrollo y Mantenimiento la Ing. Karim Guevara con una mirada estratégica al ver que el uso de Aulas crecía, decidieron contratar un servicio en la NUBE que garantice el funcionamiento 24×7 de las aulas virtuales. Eso nos evitaba los “caídas del aula” cada vez que se iba la luz o el correr el riesgo de saturar los servidores de la Universidad. Cuando se inició el COVID-19 el reto fue el reforzar lo que ya habían aprendido, y dar esa ruta tan necesaria que es “¿Cómo hago una clase virtual?”. Así que incidimos en cómo se diseña una clase virtual, qué actividades se pueden realizar y como se puede evaluar? Capacitamos 1,200 docentes al 2019 y la totalidad de estudiantes. La educación virtual está hoy al 100%
Algunos investigadores universitarios afirman que no menos del 30% de estudiantes universitarios de universidades no tienen equipos de computo ni servicio de internet por lo que podrían perder el año académico, ya que así como el gobierno comprará tablets a niños escolares, también debería dar esas facilidades a estudiantes universitarios. ¿Qué opina usted de estos casos? ¿Cómo están afrontando y resolviendo estos casos en la UNSA?
Pensando en esa realidad es que el modelo virtual adoptado por la UNSA es asíncrono. Tenemos claro que NO PODEMOS DEJAR NINGUN ALUMNO ATRAS. El modelo asíncrono hace que el estudiante pueda disponer del material antes de una clase (videos, lecturas, etc.). Las clases presenciales no son obligatorias y deben ser grabadas para que los estudiantes que no pudieron estar “presentes” por diversas razones puedan luego tener acceso a ella. Sí, creo que es responsabilidad del gobierno intervenir en cuánto a que hoy en día Internet es un servicio de primera necesidad que permitirá garantizar una Educación Inclusiva, Equitativa y de Calidad como lo manifiesta la “Declaración de Incheon – Educación 2030: Hacia una educación inclusiva y equitativa de calidad y un aprendizaje a lo largo de la vida”. Sin embargo la UNSA está asumiendo este rol estableciendo un mecanismo que dará acceso a internet a los estudiantes y a sus profesores.
Finalmente, ¿Qué experiencias preliminares positivas o negativas está dejando para el sistema educativo peruano la educación virtual ante la emergencia sanitaria o se requiere una ley específica para regular este asunto ya que la ley de educación universitaria lo aborda de forma muy genérica?
El rol del gobierno es crítico en este momento en cuanto a facilitar y garantizar la conectividad. Reducir la brecha digital. Hoy en día el acceso a Internet es un servicio básico tanto como la luz y el agua. Lo positivo puedo expresarlo desde mi experiencia en lo que estoy presenciando como parte de DUTIC, es el rol que han asumido los docentes en cuanto al trabajo colaborativo con otros docentes para compartir experiencias de mejores prácticas. El gran compromiso para con sus estudiantes al asumir con paciencia y creatividad esta transición a la enseñanza virtual. Soy parte de la organización de muchos de los eventos de capacitación que está organizando la UNSA con ponentes expertos en Enseñanza Virtual y los cupos se llenan en dos horas y se tienen cientos de reproducciones en nuestro Facebook institucional. Esto nos muestra el interés de aprender a dictar en lo virtual y mantener la calidad. La brecha digital dio la oportunidad de adelantar, experimentar la virtualización educativa total que ha llegado para quedarse. El gobierno, universidades como la UNSA están resolviendo esa falta de conectividad y equipos con apoyo real a sus estudiantes y docentes, que esperemos crezca.