El sufrido Estado Peruano y ex presidentes sentenciados

La clase política gobernante, ministros y congresistas, tienen fiebre delirante. Suprimen el derecho de las ONG para defender a las víctimas de derechos humanos en contra del Estado Peruano.
Sin embargo, a los malos funcionarios públicos que cometen delitos en agravio del Estado, les pagan cuantiosas sumas de dinero para defenderse en contra del Estado Peruano, que además es víctima de sus latrocinios.
Existen los defensores públicos o Abogados de Oficio, que defienden a quienes no pueden pagar su defensa, que tienen la especialidad de Derecho Penal y cuya labor es diaria y encomiable, a quienes por su valor profesional no se les debe subestimar. Experiencia no les falta. Pero se trata de privilegios o ventajas o exención especial o exclusiva, que se les concede a ministros y congresistas y altos funcionarios.
No les basta defalcar al Estado, bienes que están bajo su cuidado. De cometer delitos comunes como peculado, cohecho, abuso de autoridad, en general los delitos comunes de corrupción. Sobre que se les procesa judicialmente por estos delitos que agravian al Estado Peruano, sigue el saqueo de las arcas fiscales, con el pago por el propio Estado Peruano de su defensa espuria en connivencia con los grandes estudios de abogados, que también defienden a sus empresas a las que favorecieron, en su caso, con las licitaciones, y en contra del Estado Peruano.
A esto se suma un trato especial cuando son detenidos. Los ex presidentes están presos en Barbadillo, cárcel especial con varios ambientes, es lo que llaman en los hoteles «suite presidencial». Con gastos extraordinarios como ha sido la construcción de este centro penitenciario.
Exclusivo en su inicio para el sátrapa y delincuente común confeso Alberto Kenya Fujimori Fujimori. Ahora para Alejandro Toledo Manrique ya sentenciado a pena infamante y Pedro Castillo Terrones procesado por intento de golpe de Estado.
Con presupuesto especial para esta Cárcel Dorada. Otros funcionarios de menor rango, como generales y ministros encarcelados gozan de privilegios en Piedras Gordas o Ancón II. Sin embargo, los otros delincuentes comunes están hacinados y en condiciones paupérrimas.
Javier Azalgará Neira – Abogado
Foto El Peruano




