Defensoría deplora que Boluarte utilice calificativos contra autoridades del Sistema de Justicia

Mediante un comunicado oficial, La Defensoría del Pueblo que dirige Josúe Gutierrez, deploró los calificativos empleados por la presidenta de la república, Dina Boluarte, quien en un discurso público dado el último lunes cuestionó al sistema de justicia.
En una ceremonia desarrollada el lunes 27 la presidenta Boluarte en la provincia del Callao, calificó estas indagaciones como “carpetas de circo y aseguró que el sistema de justicia peruano proyecta una mala imagen en el extranjero”. Según sus palabras, “personas de otros países le habrían manifestado su sorpresa por la situación judicial en Perú, señalando que no es posible lo que está pasando en su país”.
El comunicado de la Defensoría del Pueblo, recuerda que la separación de poderes constituye un elemento esencial del constitucionalismo democrático, esto se explica a razón de que este sistema político, a diferencia de modelos autocráticos, se caracteriza por la distribución del ejercicio del poder, por la existencia de mecanismos que aseguran el control recíproco de este entre sus diversos titulares y por el respeto que debe existir entre los diversos órganos en el ejercicio de sus competencias.
En esa línea, la independencia de los órganos que integran el sistema de justicia no solo es entendida como consustancial al principio de separación de poderes, sino que es además esencial en el Estado Constitucional y democrático de derecho. En democracia, el rol de jueces y fiscales es gravitante ya que su labor está orientada a la correcta administración de justicia, ello con arreglo a la Constitución y la Ley.
Por ello, instituciones que conforman el sistema de justicia peruano como La Junta Nacional de Justicia, Poder Judicial, Ministerio Público, Tribunal Constitucional y Jurado Nacional de Elecciones quienes los integran, deben estar exentos de cualquier tipo de presiones o embates de cualquier institución pública que pueda conllevar a la obstaculización de su actuación. Ello supone rechazar también discursos de funcionarios del Estado orientados a tal fin, máxime en contextos en los que diversas altas autoridades puedan ser objeto de investigaciones y/o procesos penales.
El sistema de justicia merece el respeto absoluto de todos los peruanos, más aún de quien ejerce la máxima autoridad en el país y que, de acuerdo a la Constitución, personifica a la nación. Por ende, en escenarios internacionales, el respeto hacia nuestras instituciones debe mantenerse y defenderse.