El titulo honorifico de Doctor Honoris Causa
El Doctor Honoris Causa no es un grado académico en sí en el sistema universitario. Es más bien un título honorífico que concede una universidad a una personalidad eminente que haya destacado y que no necesariamente es profesional o licenciado de un centro superior de estudios. Es un reconocimiento del ámbito académico al ciudadano o ciudadana que se haya conducido en diversos sectores en forma intachable y ejemplar a favor de la sociedad y el estado en su especialidad.
Es la persona que trasciende la vida académica y con sus conocimientos o acciones, ha contribuido al Estado y sociedad sea en su especialidad o en forma genérica, en la comunidad científica, artística, literaria, jurídica, cultural, social o las humanidades. Es decir, se concede Doctor Honoris Causa a una eminencia, lo que supone distinguir, a una persona sabia, virtuosa, inteligente y sociable.
El término “doctor honoris causa” es una locución latina que significa “causa de honor”, por lo tanto, es una cualidad especial hacia el homenajeado que le tributa una universidad como testimonio especial a su reconocida trayectoria a una persona por haber trascendido la esfera académica y haber sobresalido en la sociedad.
Antiguamente a los doctores honoris causa al momento de investirlos como tal, se les entregaba el birrete, el anillo, los guantes y el libro abierto de secretos de la ciencia. Ese protocolo aún se practica hoy en algunas universidades europeas, cuyas ceremonias revisten de mucha solemnidad y es todo lo contrario a los actos protocolares de las universidades latinoamericanas donde hay mucha flexibilidad. Cada universidad tiene su respectivo protocolo para estas ceremonias especiales.
En las universidades españolas hay mucho rigor en la calificación para los candidatos a Doctor Honoris Causa. La petición tiene que efectuarla el Decano de una Facultad, cuya evaluación pasa a una Comisión Permanente de Distinciones, antes quienes hay que sustentar las razones de la pretendida distinción. Una vez que esta comisión emite un dictamen favorable, uno de sus representantes lo sustenta ante las máximas autoridades universitarias en una sesión extraordinaria, quienes pueden aprobar o desaprobar dicha petición.
No solo eso, sino que el candidato a Honoris Causa tiene que tener un Padrino, que debe ser un prestigiado profesional que de testimonio del aporte que hizo el ciudadano o ciudadana a favor de la universidad, el estado o la sociedad. El padrino acompañará a su ahijado o candidato a doctor honoris causa en cada uno de los actos protocolares desde que se inicia hasta que culmina la ceremonia de distinción.
Ayer como hoy, lo que hace grande a una universidad en cualquier parte del mundo, no solo son sus investigaciones, publicaciones, premios internacionales, sino también, que sus egresados encuentren empleo sin dificultad, lo que evidenciaría que en las aulas universitarias tuvieron rigor académico y deontológico. Pero, lo más relevante es que sus docentes alcancen los máximos grados académicos conforme lo dictan las leyes universitarias de sus respectivos países y propongan en sus tesis alternativas de solución a los problemas regionales, continentales o mundiales.
No solo se espera esa contribución de ellos hacia su comunidad. Sino también que algún día puedan lograr la distinción de Doctor Honoris Causa, que viene hacer hoy un nuevo parámetro de medición para evaluar a las universidades en todo el mundo, lo que también contribuirá a prestigiar a su universidad de origen en el contexto internacional.
A nivel internacional, Nelson Mandela, Bill Clinton, Gabriel García Márquez, Baltasar Garzón, Michael Bachelet y otras destacadas personalidades del mundo, obtuvieron está distinción por parte de las mejores universidades. Pero, con seguridad Mandela fue el más distinguido en 32 ocasiones, ya que nunca utilizo la violencia para protestar contra el racismo en su patria en tres décadas pese a que estuvo dominado por los ingleses. En el Perú, los más laureados fueron el novelista Mario Vargas Llosa y el embajador Javier Pérez de Cuellar quienes recibieron distinciones de universidades de los cinco continentes como reconocimiento a su aporte a las letras y a la diplomacia.
Hugo Amanque Chaiña – Periodista y Abogado