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El diario Oficial El Peruano (01/07/22), transcribe Twitter presidencial: “he presentado al Jurado Nacional de Elecciones mi renuncia irrevocable al partido político Perú Libre. Tal decisión obedece a mi responsabilidad como presidente de 33 millones de peruanos. Soy respetuoso del partido y sus bases construidas en la campaña”.

La afiliación como la renuncia, son actos voluntarios, no sujetas a: prebendas, coacciones, intereses de postulación. Lamentablemente, en nuestro país, la política se ha vuelto una grosera “feria”: de compras de afiliados, subasta de candidaturas, reparto de cargos públicos, procesos de selección amañados, etc.

Su correlato, encuestas de favor, organizaciones vientres de alquiler, partidos services, banda de coimeros y saqueadores de recursos públicos. Cerrón, invitó a Castillo a postular por Perú Libre, bajo amenaza de no alcanzar inscribir su candidatura; aceptó. Ahora lo invita a renunciar, bajo amenaza de proceso de expulsión; aceptó. Es el nefasto “centralismo democrático” de los partidos marxistas totalitarios, los cuales necesitan de dos clases de militantes: los iluminados (Cerrón), ordenan, mandan y disponen; y, los sumisos (Castillo), hacen lo que les dicen. Ni uno ni otro, es demócrata, son democratistas sepultureros, se sirven y destruyen la democracia.

¿Cuál es el motivo de la renuncia? La plana mayor: Comité Ejecutivo Nacional, Comisión Política y Bancada Parlamentaria, por unanimidad acordaron pedir a Pedro Castillo su renuncia, por haber “emprendido políticas de gobierno que no guardan consecuencia con lo prometido en campaña electoral y menos con el programa e ideario del partido” e “implementar un programa neoliberal perdedor”. Entonces, deben pedir renuncia/vacancia a la Presidencia de la República; habría traicionado a sus electores, todavía “sin hoja de ruta” (Humala). Castillo, accedió por obediencia, sin deslindar de las acusaciones, más bien, ignorándolas.

Los cerronistas encaramados en los miles de puestos públicos ¿renunciarán? ¡No lo van hacer! Dato curioso, no expulsan de Perú Libre, al fugado Silva (ex MTC). Censura a Senmache (Mininter), por la masacre de mineros en Caravelí. No por la fuga de Bruno Pacheco, sobrinos del presidente y otros. Ese es el cinismo de los totalitarios.

Edgar Lajo Paredes – Abogado