El caso Ucrania: ¡Ni Washington ni Moscú!

Imagen: Milenio
Se inició la guerra entre Rusia y Ucrania. Es una invasión rusa contra el pueblo ucraniano, dicen los europeos occidentales. Es una acción militar por la seguridad de Rusia ante las pretensiones de la OTAN de colocar bases militares en países fronteras con la Federación que dirige Moscú, señalan los pro rusos. Volodímir Zelenski, Presidente de Ucrania, desde días antes de la intervención militar rusa, advirtió a Europa y occidente, sobre todo a EE.UU. del inminente ataque bélico ruso, incluso dio la fecha de la acción militar; posteriormente, Vladímir Putin, declaró la independencia de dos provincias de Ucrania (Donetsk y Lugansk), acto seguido, autorizó la incursión de las fuerzas armadas rusas en territorio ucraniano, encontrándose cerca a Kiev (capital de Ucrania).
Las Naciones Unidas, la Unión Europea, le piden a Rusia a buscar soluciones por la vía del diálogo y la diplomacia. EE.UU. anuncia sanciones económicas contra Rusia, sumándose a Francia, Alemania e Inglaterra, hicieron similares admoniciones. La Organización del Tratado del Atlántico Norte OTAN, especie de Ejército Internacional de Europa occidental y EE.UU., da a conocer sus Estatutos, donde contemplan, si cualquier país miembro de la OTAN es atacado por algún Estado, será defendido por dicha entidad militar multinacional. Indirectamente, declaró, no poder actuar en defensa de Ucrania, por no ser parte de la OTAN.
¿Se debilita el Sistema de Naciones Unidas, se cae la Multipolaridad regresionándose a la Bipolaridad Washington – Moscú? Viene a mi memoria un lema aprista de los años treinta “¡ni Washington ni Moscú!”, establecido también por la otrora corriente innovadora de los entonces Partidos Comunistas de España, Francia e Italia, de los años setenta, expuesto, así: “nuestro objetivo es una Europa independiente de la URSS (Moscú) y de los EE.UU. (Washington), una Europa de los pueblos, orientada al socialismo, en la que nuestro país conserve su personalidad propia” (Eurocomunismo y Estado, Editorial Crítica, Grupo Editorial Grijalbo, Barcelona, 1977, pág. 134).
Ucrania, formó parte del Imperio de los Zares rusos, luego de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS); con la caída del Muro de Berlín (1989), la Perestroika de Gorbachov (1990) y desintegración de la URSS (1991), obtuvo diríamos Independencia del Gobierno Ruso post URSS. El año 2014, los ucranianos pro occidentales (contrarios a los pro rusos), tomaron el Poder, cosa que disgustó a Putin y agradó a EE.UU., luego, Ucrania quiso ser parte de la OTAN, ésta vio con beneplácito tal posibilidad, provocando la reacción del Presidente ruso Vladímir Putin. No se sabe qué final tendrá esta colisión.
Edgar Norberto Lajo Paredes – Abogado