Imagen: Reporte Obligado

A 39 años de la masacre de Uchurajay, denunciamos ante el Perú y el mundo lo siguiente:

No hubo ni existe voluntad ni ningún interés por parte del Estado en esclarecer este hecho execrable hasta el día de hoy. El Informe de la Comisión Vargas Llosa se desacredito por sí solo, ya que en dicho informe se descartó la participación de las fuerzas del orden. El Comando Político Militar que estuvo a cargo del general, Clemente Noel Moral, el expresidente de la republica del periodo 1980-1985 y los sectores políticos de dicha década y las posteriores leyes que aprobó el parlamento, saludaron las ejecuciones extrajudiciales y alentaron a los comuneros a tomar la justicia por sus propias manos, algo que ayer y hoy es violatorio del derecho internacional humanitario.

Justamente, fueron 8 los periodistas que en Ayacucho fueron a la localidad de Uchurajay a develar ante el mundo la práctica ilegal de ejecuciones extrajudiciales que fue avalada por los representantes del Estado lo que generó un escándalo mundial que desprestigió al gobierno nacional. Los periodistas fueron masacrados y asesinados cruelmente en su intento de difundir la noticia que no les convenía a los representantes estatales y por eso fueron silenciados salvajemente.

Solo tres comuneros fueron sentenciados a 15 años de prisión como autores intelectuales de dicha masacre, pero lo autores políticos e intelectuales siguen libres hasta hoy sin ser procesados ni sentenciados por el execrable crimen. Ante este hecho, desde el año 2012 el Estado Peruano ha sido acusado ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos y confiamos que oportunamente esta corte internacional de justicia de derechos de su veredicto.

Las fotografías de Willy Reto confirman que hubo entre los campesinos de Uchurajay personas ajenas a dicha zona. Los magistrados nunca procesaron ni sentenciaron a los autores políticos intelectuales de dicha masacre y se refugiaron detrás del Comando Político Militar quienes obstaculizaron las investigaciones fiscales y judiciales.

La profesión periodística ayer como hoy, sigue sembrada de peligros. Los hombres de prensa continúan trabajando al filo del precipicio privado la mayoría de ellos de sus derechos elementales, sin embargo, pese a ello, continúan con su deber cívico de revelar la verdad de los hechos frente a los poderes públicos y poderes facticos en la sociedad y en el Estado.

Hoy más que nunca al recordarse la masacre de Uchurajay, quienes ejercemos la prensa con independencia y responsabilidad, no podemos olvidar el sacrificio que nos legaron nuestros mártires del periodismo nacional. Eduardo de la Piniella (Diario de Marka), Pedro Sánchez (Diario de Marka), Félix Gavilán (Diario de Marka), Willy Reto (Diario El Observador), Jorge Luis Mendivil (Diario El Observador) y Jorge Sedano (Diario La República). Ayer, hoy y mañana, valoremos en su justa dimensión, el sacrificio y la entrega de nuestros hermanos periodistas que cayeron en busca de la verdad.

Finalmente, el hombre de prensa que tiene vocación por su digna profesión y la ejerce con pasión y responsabilidad, nunca debe olvidar su conciencia social y siempre debe buscar la verdad y denunciar los actos ilícitos en los poderes públicos y poderes facticos, ya que, por encima de todos ellos, está la sociedad peruana a quienes todos nos debemos. Honor y gloria a nuestros Mártires de Uchurajay al recordarse en la fecha 39 años de esa vil masacre y el legado histórico que nos dejaron a las actuales y futuras generaciones de periodistas.

Juan Carlos Cayo Loaiza – Periodista y Sociólogo. Ex presidente de la ANP Arequipa.