¿Se justifica las críticas al presidente Castillo por la entrevista a Rincón de la CNN?
Imagen: Prensa 21
Pedro Castillo es un profesor rural y sindicalista, sin una carrera política significativa, sin oratoria ni experiencia en el debate, y mucho menos acostumbrado a las arremetidas periodísticas diarias, eso, siempre lo supimos desde que comenzó la primera vuelta o en pleno camino electoral. Pero si termina su mandato, y no es acusado y sentenciado por la justicia en casos de corrupción, sólo por eso, ya se convertiría en el mejor presidente, después de la dictadura, que hemos elegido. Es eso, o nuestros requerimientos éticos están más cercanos a «roba, pero hace obra» de lo que creemos.
Castillo en la entrevista con Rincón de CNN ha confesado que está aprendiendo a ser presidente. ¿Dijo algo que no sabíamos? No, pero esta honestidad puede ser capitalizada por la oposición si lo quieren. Que aprendieron los presidentes en el poder que elegimos antes, con todos con los cartones, algunos más que otros, para gobernar como el statu quo manda. Alan García tuvo dos mandatos y lo único que hizo, fue comprarse una casa en el barrio más caro de Francia, con dinero que nadie supo de donde salió, y desde que tengo uso de razón los medios de comunicación solo dicen que fue gran político.
Alguien le dijo ignorante, improvisado, hasta fue contratado para dar clases en universidades privadas. En conclusión, » ¿Qué es la vida? Un frenesí. ¿Qué es la vida? Una ilusión…” PPPK no era el candidato de lujo, ¿Era el empresario más preparado para gobernar, pero como terminó? ¿Cómo terminó Toledo que estudió en el extranjero, como terminó Humala, ex militar? ¿Cómo terminó el Ingeniero Fujimori de los 90s?
Rincón es un periodista que le gusta el show, con esa intención de quedar como el protagonista de sus entrevistas (como Hildebrandt), que no deja hablar e interrumpe cuando sabe que algo de sangre puede sacar, que aplaudió el golpe de Bolivia, con la línea editorial conocida de CNN y que EEUU ama. Hasta donde recuerdo, el único que lo puso en su lugar y trapeo el suelo con él, fue Rafael Correa, ex presidente de Ecuador. Hasta aquí ya Castillo debería saber que lo mejor para él sería sacar a todo su equipo de comunicaciones, poner a gente que lo ayude y le diga la verdad, no solo chupamedias que lo aluden. Lo pusieron en el lugar equivocado en la entrevista.
Vergüenza internacional dicen algunos alegres expositores. Vergüenza internacional fueron la periodista Leyva, el empresario Córdova y los congresistas, Montoya y Nano cuando fueron a la OEA a gritar fraude. Para criticar como se desenvuelve Castillo en una entrevista salen todas las Pamelas Vertiz, pero a la hora de hablar de Repsol, ni siquiera se atreven a nombrar a la empresa.
¿Quién lo hubiera hecho mejor? ¿Rafael López Aliaga? ¿El que ni siquiera sabe leer en un debate, o sale borracho? ¿De Soto? ¿El que miente hasta en los títulos que tiene? ¿O la cabecilla experta en organización criminal que pronto estará en la cárcel?
Castillo representa algo mucho más grande que su privilegiado culo capitalino les puede dar. Castillo representa algo mucho más allá de lo que su universidad privada les puede enseñar, algo que sus tecnicismos no les deja ver. Castillo es el rostro campesino choleado del Perú y tirado desde siempre a la última fila de la burocracia. Se le puede criticar, claro que se le puede, y se debe criticar, pero no desde ese sesgo de creer que Lima es el Perú y lo demás no importa.
Facebook Denis Pe