Castillo no refirió como financiará los gastos ni abordó la reestructuración del Estado
Imagen. Andina
Dr. Arturo Portilla Valdivia – Docente Universitario
Al cumplir 200 años de nuestra relativa independencia, Pedro Castillo Terrones como Presidente del Bicentenario, con su sombrero característico y con un tono de voz adecuado, dio su primer mensaje presidencial al parlamento y a la ciudadanía en general; fue un mensaje que no tuvo grandes sorpresas, ya que se reiteraron los diversos planteamientos realizados durante la campaña electoral, agregando interesantes aspectos históricos y sentimentales como la remembranza del origen campesino del nuevo Presidente de Perú. Entre los aspectos positivos, hay varios como: la Salud, la Educación, reactivación de la economía, la importancia que se dará a la ciencia y tecnología, continuar con el combate a la corrupción, etc.; a continuación, señalaremos y explayaremos los siguientes aspectos:
LA VIDA Y LA SALUD PRIMERO
Como correspondía a la ocasión y a las nefastas consecuencias pandémicas, Pedro Castillo expresó que la “primera gran tarea es continuar la lucha contra la pandemia del Covid-19…”, comprometiéndose a maximizar los esfuerzos gubernamentales para lograr la vacunación de toda la población “en el menor tiempo posible”. Además, reconoció a la salud como derecho fundamental y que en su gobierno será “primera prioridad”. Prometió priorizar la atención médica primaria y concretar la anhelada aspiración de muchos de tener un “Sistema de salud universal, unificado, gratuito, descentralizado y participativo” y entregar al final de su mandato “hospitales especializados por región”, aunque sin señalar en cuales, solo preciso dos: San Juan de Lurigancho y del VRAEM
REACTIVACIÓN ECONÓMICA y EXTIRPANDO MIEDOS AL CAMBIO EN EL MODELO
Afirmó que es posible realizar cambios al modelo económico, con responsabilidad, “respetando la propiedad privada” y lo que urge es “una reactivación de la economía” para recuperar empleos e ingresos familiares; aprovechó para tratar de eliminar temores infundidos por adversarios en la campaña electoral, diciendo que es “totalmente falso” de que quiera “expropiar los ahorros, casas, automóviles, fábricas y otros bienes”
EDUCACIÓN COMO PRIORIDAD Y EN ESTADO DE EMERGENCIA
Se comprometió a que la educación será un prioridad y declarará inmediatamente a la educación pública en estado de emergencia, a fin de recuperar los aprendizajes y evitar que inequidad siga aumentando, ofreciendo una veintena de medidas, entre las que destacan: Duplicar la asignación presupuestal para la educación pública, Fortalecer atención en Educación Inicial, Promover la revalorización de la carrera docente, Garantizar el mejoramiento de los aprendizajes y reducir brechas históricas, La innovación será una prioridad en las escuelas y la conectividad a Internet un derecho, Alimentación en los niveles de Inicial, Primaria y Secundaria, Destinar mil millones de soles para pagar la deuda social del magisterio.
UNIDAD NACIONAL
Llamado oportuno y pertinente a la unión de todos los peruanos y peruanas dejando de lado las diferencias ideológicas y políticas, pues al cerrar su discurso mencionó: “Convoco a todos los peruanos, hombres y mujeres de esta patria para decirles que es tiempo de la gran unidad nacional”; que solo será realidad si todos deponemos posiciones intransigentes y el gobierno actúa de manera plenamente democrática y así posibilitar un gran diálogo que parafraseando a Paulo Freyre, este nutrido de FE en que si podemos, CONFIANZA en mutua y AMOR por la patria maravillosa en que vivimos .
SIMBOLISMO DEL CAMBIO
En las épocas de cambio son importantes los gestos, pues expresan las intenciones de cambio; el hecho de que el Presidente del Bicentenario tome la decisión de que no gobernará desde Palacio de gobierno llamado también la “Casa de Pizarro” y la intención de ceder “… este Palacio al nuevo Ministerio de Las Culturas para que sea usado como un museo”; tiene un fuerte simbolismo de cambio, pues durante 200 años, luego de declarada formalmente nuestra independencia de España, no solo quedaron marginados y hasta olvidados los pueblos originarios, sino que nos quedamos atados a nombres y personajes no de origen peruano sino de extranjeros, en esta caso del principal invasor llamado eufemísticamente conquistador (“Casa de Pizarro”), olvidando como traicionó a Atahualpa, asesinándolo luego de haber obtenido el millonario botín; además resulta francamente contradictorio que mientras millones de peruanos viven en casas de condiciones paupérrimas, incluso sin acceso a los servicios básicos, el primer mandatario de la Nación viva en un “Palacio”.
Entre las omisiones, podríamos mencionar:
- No hay claridad en el cómo financiar los gastos que impliquen las promesas realizadas, teniendo en cuenta la baja recaudación tributaria que caracteriza a Perú.
- No se escucharon voces de cómo reestructurar y potenciar el aparato estatal. Durante la campaña electoral se anunciaron recorte de sueldo de congresistas; urge clarificar el rol y el perfil ético de los trabajadores del estado y contar con una planilla salarial única de los trabajadores y funcionarios estatales.
- En el tema educativo, no hubo referencias al Proyecto Educativo Nacional 2036, aprobado el 2020 y que formalmente tiene vigencia desde éste 28 de julio hasta el 2036.