Mag. Ana Guillén Pérez – Periodista

La juramentación de Pedro Castillo como Presidente de la República del Perú marca el inicio de una nueva etapa. Para los sectores conservadores de la derecha peruana su primer discurso fue subversivo, porque más allá de presentar al Congreso un proyecto de ley que permita la modificación de la Constitución y dar paso a una Asamblea Constituyente para elaborar una nueva carta magna, muchos de los anuncios marcan el fin de algunos paradigmas oscuros con los que hemos vivido en el país.

Usar un traje con motivos andinos, llevar su clásico sombrero chotano en la ceremonia de juramentación ha levantado el reclamo de la gente acostumbrada a vestir con glamour. Saludar haciendo hincapié a la existencia de muchas etnias peruanas, incluirlas en su juramento. Recordar en su discurso la instauración del abuso y explotación de los pueblos indígenas, de los migrantes de África y el Asia en calidad de esclavos durante la colonia española, ante la presencia del Rey de España, invitado especial para la transferencia de mando es considerado un gesto de mala educación.

Anunciar que los empleados públicos tendrán que hablar fuera del español la lengua vigente de las etnias locales, que el Ministerio de Cultura recibirá la nomenclatura en plural y recordar que el Palacio de Gobierno fue la casa del conquistador Pizarro y que pasará a ser un museo es un gesto revolucionario y reivindicativo a favor de la diversidad cultural y de los excluidos.

Otro anuncio significativo lo constituye la asignación de un presupuesto especial para los caminos rurales y las trochas, destinar presupuesto para la instalación de agua y desagüe en zonas rurales, incluir alimentación saludable para los estudiantes de primaria y secundaria, destinar presupuesto para el pago de la deuda social al magisterio, flexibilizar el acceso al crédito agrario y al sector de los microempresarios, son claras señales de querer acortar las brechas sociales.

La regulación de la publicidad estatal para que el Estado contrate el avisaje priorizando a los medios de comunicación de provincias y redes virtuales, la nueva Ley de Ordenamiento Territorial y zonificación económico ambiental, para garantizar un efectivo uso de instrumentos para cuidar el medio ambiente, así como la eliminación trabas que impidan el cobro de las infracciones ambientales, son temas que demuestran la intención de generar un cambio a favor del país.

Continuar con la campaña de vacunación, aumentar el personal médico para atender las poblaciones vulnerables asentadas en los conos de la ciudad y las zonas rurales, construir más hospitales para atender enfermedades complejas y destinar un mayor presupuesto para este sector, así como para educación, representan atender las demandas de los más pobres.

La creación del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación para reconocer e incorporar nuestros conocimientos ancestrales y generar nuevos, abre la posibilidad de desarrollar nuestro sector empresarial y el nacimiento de nuevos emprendimientos, este anuncio crea mucha expectativa.

El discurso de Castillo Terrones adolece del cómo, es decir, la acciones en concreto que se realizaran para cristalizar los anuncios, de dónde saldrá el dinero para cumplir todas las metas trazadas, que rol cumplirá el Estado y cual la empresa privada. Otro tema que queda en el aire es la lucha contra la delincuencia y la corrupción, en el primer caso solo se dio señales de expulsar del territorio nacional a los extranjeros que delincan, también anunció la implementación del modelo de rondas campesinas, pero solo ha quedado como un anuncio y esperamos que pronto se explique cómo se cumplirán esas tareas.

Sabemos que el reto es grande y requiere del compromiso de todos los peruanos para lograr el objetivo, es nuestro deber ser vigilantes del cumplimiento de las tareas y contribuir a hacer viable el desarrollo de nuestro país.