La revolución digital acortó la distancia que tenemos con amigos, familiares, compañeros de universidad, de trabajo y demás. Los políticos no han hecho vista gorda de ello y más aún, estando cerca a elecciones. Tanto candidatos nacionales como extranjeros irrumpieron una nueva aventura digital, en especial los más jóvenes.  Aquí unos breves ejemplos, pero, antes de iniciar cabe preguntarse: ¿Estas aseguran el éxito durante la campaña? Es momento de comprobarlo.

Empezando con “el famoso Joe”, como así lo llaman algunos, el equipo encargado de la campaña electoral del año 2020 en los Estados Unidos, presentaron a un Joe Biden empático y cercano en relación a la pérdida de familiares en este contexto de pandemia, desde la muerte de su esposa e hija en un accidente automovilístico, juramentando al Senado al lado de una cama de hospital con sus dos hijos sobrevivientes.  El diagnóstico del cáncer terminal de su hijo Beau Biden hicieron una conexión perfecta con las políticas de salud del Partido Demócrata como el Obama Care y que tan personal era para él en estos días, donde la salud no tiene precio y que su adversario, Donald Trump consideraba un desastre muy costoso, realzando el sentimiento de luto utilizando una gama blancos y negros durante el spot.

Otro cambio total de las campañas clásicas que se vivían en España en 2019, dio lugar a Pablo Iglesias con Podemos, un partido de izquierda cuya campaña política empezó con un spot que incluía analogías de sucesos naturales (derrumbes de edificios) con sociales (crisis económica), además, añadía contrastes marcados, comparando actitudes, sentimientos y valores de individualismo, bienestar e indiferencia con el prójimo vs. pluralidad, dolor y solidaridad organizada, tanto así que demostró apertura al diálogo a los partidos de centro para poder forjar gobierno con la ciudadanía, siendo que su slogan de campaña electoral fue  #LaHistoriaLaEscribesTú.

No obstante, el #AhoraSi del PSOE, el #PorTodoLoQueNosUne del Partido Popular, hasta el #EspañaSiempre del partido Vox superaron a Podemos, obteniendo solo 35 escaños en el Congreso de los Diputados. A pesar de los esfuerzos por obtener una mayor representación en las instituciones gubernamentales se mantuvieron hasta el 2020, pero no pudieron lograr un resultado favorable, declinando en la renuncia de Pablo Iglesias respecto a todos los cargos partidarios e institucionales que ostentaba en aquel entonces, pero fue sin duda, un ejemplo que todo el esfuerzo trabajado en campaña no siempre terminará en buen puerto.

Mientras tanto, hay quienes fueron más allá de los spots y el uso de solo una red social para hacerse conocidos. Este es el caso del presidente Nayib Bukele de El Salvador, el más joven de los líderes de Estado en Latinoamérica, con solo 37 años de edad. Bukele usó Twitter como puente entre él y los salvadoreños antes de su elección como presidente y ahora, en su labor cotidiana como presidente.

Desde su primer acto político publicó un selfie en Twitter antes de juramentar el cargo, siendo una propuesta fresca que busca innovar la política nacional e internacional. El mandatario salvadoreño ante la Asamblea General de la ONU, remarcó la necesidad de adaptarse al entorno virtual para llegar a más personas, a fin de ahorrar tiempo, sin perder el mismo impacto.

Las nuevas formas de interactuar con un público joven no siempre son fáciles para los políticos de antaño, pero para Bukele, no es mayor desafío.  Basta recordar la entrevista que tuvo con los youtubers Luisito Comunica y Berth Oh para darse a conocer desde un ángulo más personal, su carrera política, sus raíces palestinas y musulmanas, esto entre otras cosas se grabaron y difundieron en dicho encuentro.

A su vez que, la incursión en las redes sociales de este personaje no queda ahí, su reciente cuenta en TikTok busca anunciar las nuevas medidas adoptadas durante su gobierno. ¿Será acaso el estilo de Bukele inspiración para los próximos políticos millennials?

Por último, pero no menos importante, en el escenario peruano también podemos encontrar los inicios de campañas digitales, siendo así Adriana Tudela de Avanza País, una de las primeras congresistas jóvenes que actualizó su estrategia de marketing político, utilizando tanto Instagram como Twitter para poder compartir sus ideas, propuestas y aspiraciones.

Algo que es importante mencionar, es que las campañas electorales de la derecha suelen ser un tanto austeras y no tan trabajadas como lo hacen sus contrincantes de izquierda, quienes cuidan hasta el más mínimo detalle para ofrecer un mensaje convincente.

Pero como toda regla, tiene su excepción, Tudela inició una campaña sensata acorde al contexto de pandemia, reemplazando los mítines presenciales por transmisiones en vivo por Instagram, con diferentes páginas que involucran a jóvenes en política, además de optar por los “volantes virtuales” como así lo llama, reduciendo la cantidad de volantes físicos que repartió, en comparación con los políticos tradicionales que mantienen estas viejas prácticas.

La candidata y ahora congresista de Avanza País, intenta mantener interacción constante con sus electores, activando la barra de preguntas sobre diversos temas que son materia de debate en el nuevo parlamento.

La campaña política ha acostumbrado a nuestros adultos mayores a presentarse con saco y corbata, a verse profesionales con un tinte mesiánico, que pueden salvar el país si solo dejan el poder en sus manos. Algunos se arriesgaron y formaron parte de la renovación digital y mostrarse más humanos que expertos en el lenguaje técnico y de incontables estudios. Mientras tanto, los nuevos candidatos no dudan ni un segundo en utilizar las plataformas que usan día a día para llegar a un público más interesado en la cosa pública, los millennials y centennials. Estos nuevos electores han cambiado las banderas y polos con logos, por hashtags y memes que han dado resultados.

Hugo Ariel Amanque Murguía – Estudiante de Derecho de la UCSP