¿Qué alcances tiene la Política Nacional de Empleo Decente que aprobó el gobierno?

Hugo Amanque Chaiñajunio 13, 202112min0
Hugo Amanque Chaiñajunio 13, 202112min0

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¿Qué alcances tiene la Política Nacional de Empleo Decente que aprobó el gobierno?

los ingenieros mecanicos

Mediante Decreto Supremo N° 013-2021-TR publicado el 13 de junio del 2021, el poder ejecutivo ha publicado la aprobación de la Política Nacional de Empleo Decente (PED), la cual será de cumplimiento obligatorio para todas las entidades de la administración pública, en todos los niveles de gobierno, con vigencia hasta el 31 de diciembre del 2030.

Se precisa que la conducción estará a cargo del Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo, para lo cual se implementará a través del Plan Estratégico Sectorial Multianual, del Plan Estratégico Institucional y del Plan Operativo Institucional de las entidades involucradas, según corresponda; así como a través de los Planes de Desarrollo Regional Concertado de los Gobiernos Regionales.

De acuerdo con la Organización Internacional de Trabajo (OIT), el Trabajo Decente, es aquel que garantiza una serie de condiciones relacionadas con el cumplimiento de los derechos laborales fundamentales; el acceso a ingreso justo y proporcional al esfuerzo realizado; a trabajar sin ningún tipo de discriminación, principalmente de género; así como el disfrute de jornadas laborales reguladas y descanso periódico, seguridad ocupacional, acceso a la protección social, y al diálogo social tripartito.

Asimismo, la noción de Trabajo Decente supone la existencia de oportunidades para quienes pueden trabajar y buscan trabajo. Debido a que es un problema de interés público, prioritario y que otro instrumento de gestión no lo está abordando, es que se promoverá las condiciones institucionales, económicas y sociales necesarias; pues se tiene por el lado de la educación, la inadecuación ocupacional, que refiere el desencuentro entre la carrera estudiada y la ocupación desempeñada.

De igual manera, existe una necesidad de identificar actividades productivas que tengan un mayor potencial de generación de empleo adecuado, considerando tanto la cantidad como la calidad de los mismos (con mejores remuneraciones u otras características). Por último, existen factores que ocasionan situaciones de riesgo para una inadecuada inserción laboral como el embarazo de las adolescentes, la discapacidad y la discriminación por género o raza.

En esa línea, se ha establecido seis Objetivos Prioritarios (OP), que afrontan la situación actual de la fuerza laboral para su inserción en un empleo decente: OP1: Incrementar las competencias laborales de la población en edad de trabajar. OP2: Fortalecer la vinculación entre la oferta y la demanda laboral. OP3: Incrementar la generación de empleo formal en las unidades productivas. OP4: Ampliar el acceso a la protección social, derechos y beneficios sociales de las y los trabajadores. OP5: Incrementar la igualdad en el empleo de la fuerza laboral potencial. OP6: Generar un entorno social e institucional adecuado en el país.

Por tanto, se establece la necesidad de enfrentar el problema público del déficit de empleo decente y plantea seis causas directas e independientes:

Causa Directa 1: Bajo capital humano de la fuerza laboral que afecta sus competencias para el trabajo. Se entiende por capital humano al conjunto de conocimientos, capacidades y salud que acumulan a lo largo de la vida. En específico, un bajo nivel de competencias cognitivas, técnicas, digitales y socioemocionales redundan en una menor productividad laboral, impidiendo el acceso a trabajos bien remunerados y decentes. Siendo la educación la aproximación más usada para el concepto teórico de capital humano en temáticas laborales, se observa que es el principal factor para determinar que se consiga un empleo decente.

Causa Directa 2: Débil vinculación entre oferta y demanda laboral, que es otro factor importante para el empleo decente pues si se tiene muchas más capacidades para un trabajo de lo que este requiere o sus habilidades no son lo suficiente para el tipo de trabajo, no habría un ingreso justo que es una de las características del empleo decente. Se ha determinado principalmente dos causas: asimetría de información y falta de alineación de la oferta laboral a las demandas del mercado laboral.

Causa Directa 3: La mayor parte del empleo se genera en unidades productivas de baja productividad. La relación entre la productividad y el empleo decente se sustenta en que las empresas menos productivas son menos capaces de absorber fuerza laboral y de ofrecer condiciones saláriales decentes. Condicionado a que la productividad es diferente por sector y tamaño de empresa, se encuentra que la baja productividad se debe a dificultades de financiamiento, escasas capacidades de gestión, innovación y absorción tecnológica, complejidad en la legislación tributaria e inadecuada regulación de negocios, así como duración de trámites relacionados, problemas de competencia o débil acceso y articulación a mercados.

Causa Directa 4: Limitaciones en el diseño y la aplicación de la regulación laboral y de la protección social. El acceso a la seguridad social, a los derechos y beneficios laborales son parte de la definición del empleo decente. Los Convenios 01 y 35 de la OIT sobre la jornada laboral de 48 horas semanales y el Seguro de Vejez reconocen la necesidad de estas características en cualquier empleo.

Causa Directa 5: Desigualdad en oportunidades de empleo. En materia laboral, la OIT la define como el hecho de poder elegir un trabajo libremente pueda desarrollar plenamente su potencial y sea remunerado exclusivamente con base en sus méritos. El concepto de Empleo Decente tiene como parte de su definición el empleo libre de discriminación por lo que un contexto donde hay desigualdad en oportunidades por motivos ajenos de méritos profesionales causaría una reducción del Empleo Decente.

Causa Directa 6: Entorno social e institucional que no favorece el crecimiento empresarial formal. Constituido por el conjunto de normas sociales y formales que regulan las interacciones entre los individuos que la componen. La institucionalidad se vincula con el Empleo Decente porque determina las reglas de juego permitidas y aceptadas en las relaciones laborales; así como se vincula con la infraestructura de la ciudad, pues esta última condiciona las acciones en su búsqueda de un empleo decente.

Asimismo, también se ha identificado que el problema de déficit de Empleo Decente tiene dos efectos que se explican a continuación:

Efecto 1: Vulnerabilidad a la pobreza. La pobreza monetaria o una mayor vulnerabilidad a la condición de pobreza de los hogares, se encuentra como resultado de tener un trabajo precario. El canal de transmisión más evidente es que la precariedad del trabajo aumenta la probabilidad de perderlo, así como las consecuencias en el ingreso debido a la pérdida del trabajo. Otro canal de transmisión puede ser la salud pues la vulnerabilidad a caer en la pobreza como resultado de contraer una enfermedad, puesto que, en ausencia de un seguro de salud, la población más pobre se verá forzada a costear el tratamiento en su totalidad. En tal sentido, un empleo decente que le proporcione un seguro de salud podría eliminar esta vulnerabilidad.

Efecto 2: Desigualdad, exclusión y conflicto social. Un aumento en el acceso al Empleo Decente puede reducir la desigualdad al aumentar la remuneración de la población ocupada al menos hasta la remuneración mínima, y porque permite acceder a la mano de obra menos calificada a las alzas de remuneraciones en un contexto de crecimiento económico. También se ha sugerido una relación de causalidad en el sentido inverso, de manera que un aumento en la desigualdad podría motivar una caída en el Empleo Decente. Entonces, parecería ser que la relación entre la desigualdad y el Empleo Decente se puede entender como un círculo vicioso en el que el empleo no decente promueve la desigualdad y la desigualdad a su vez disminuye el empleo decente. Por último, la generación de Empleo Decente contribuye a la paz y a la resiliencia en las sociedades, basadas en una mayor justicia social, y está vinculada al uso del diálogo social para fomentar la estabilidad y el desarrollo social y económico.

Por lo que el Perú se ha comprometido a nivel internacional a trabajar en aras de alcanzar los diecisiete Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), de los cuales el ODS 8 Trabajo Decente y Crecimiento Económico, se alinea plenamente con la PED y su situación futura deseada. Este ODS 8 plantea promover el crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, el empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todos a través de una serie de metas relacionadas al trabajo decente, formalización, productividad, igualdad de oportunidades, entre otras materias.

Estas metas y en general el ODS 8 reflejan problemas actuales en el Perú en materia de Empleo Decente y la generación del mismo, los cuales se identifican como problemas para alcanzar la situación futura deseada y requieren su atención a través de alternativas de solución. A nivel nacional, el empleo decente es relevante, en primer lugar, la falta de trabajo y la pobreza están como dos de los cinco principales problemas; sin embargo, es preciso señalar que la solución no solo sería la obtención de un empleo, sino también garantizar que este sea desempeñado cumpliendo los derechos y condiciones laborales. Finalmente, la Política Nacional de Empleo Decente tiene como objetivo que, en el año 2030, uno de cada cinco peruanos cuente con un empleo decente.

 Cesar Velarde Canaza – Magister en Gerencia de Recursos Humanos y Doctor en Derecho

Hugo Amanque Chaiña


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