Gobiernos deben aprobar impuesto extraordinario a grandes fortunas y destinarlos a combatir al COVID propone OXFAM
La Organización No Gubernamental, OXFAM, mediante un informe de 24 páginas denominado “¿Quién paga la cuenta?: Gravar la riqueza para enfrentar la crisis del COVID 19 en América Latina y el Caribe” y suscrito por Susana Ruiz y un equipo de colaboradores publicado el mes de julio 2020, efectuó un diagnóstico, pero donde también plantean propuestas para superar la crisis sanitaria y que deberían adoptar los gobiernos de nuestro continente.
Según la OMS, América Latina no solo se ha convertido en el epicentro de la pandemia sanitaria mundial, sino que será una crisis económica con efectos sociales devastadores para sus millones de habitantes. En plena crisis sanitaria, contradictoriamente, aparecieron 8 nuevos millonarios en América Latina que, desde marzo 2020, acumularon 48, 200 millones de dólares más a sus cuentas. Oxfam, estima que habrá 52 millones se convertirán en pobres y 40 millones perderán sus empleos.
Pero en el continente latino, solo tres países cuentan con impuestos al patrimonio: Argentina, Colombia y Uruguay, quienes recaudarían sólo 281 millones de dólares de los mil millonarios que tiene América Latina. Si los Estados aplicaran un impuesto del 2% al 3.5% a los millonarios, se recaudaría 14,260 millones de dólares que les serviría para fomentar su desarrollo, lo que requiere que sus gobernantes rompan con los tabús tributarios y dogmas económicos.
Por la pandemia sanitaria, OXFAM estima que América Latina perderá por ingresos fiscales el 2020 más de 113 mil millones de dólares que significa el 2% del PBI regional y en el caso de Perú y Colombia, su recaudación anual caerá en 30%, por lo que son necesarias medidas excepcionales y urgentes para corregir estas deficiencias estructurales. También será necesario una lucha contra los paraísos fiscales que son una coladera donde se escapan recursos financieros y son una competencia desleal a los Estados latinos.
Por lo tanto, los gobernantes tendrán que definir si protegen los intereses de la sociedad civil o de los grupos económicos, ya que hoy las deudas externas que les han facilitado organismos financieros internacionales pueden sacarle de apuros, pero serán pagadas por las generaciones futuras, por lo que es urge reformas tributarias para gravar la riqueza y el capital.
Miles de pequeñas empresas cerraran por efectos de la pandemia, pero decenas de corporaciones económicas de Estados Unidos con presencia en América Latina, crecieron entre el 30% al 50% en el último quinquenio, como son las corporaciones como Visa, Microsoft, Pfizer, Intel, Facebook, Oracle, etc.
Brasil es uno de los países más afectados por la corona virus con más de 92 mil muertos, pero se agravará su situación económica, ya que, de 270 millones de habitantes, 40 millones eran informales y 11 millones estaban desempleados. Se agudizará esa situación, ya que los desempleados llegaran a los 16 millones de brasileños. Brasil tenía 6 millones 400 mil establecimientos comerciales antes de la pandemia siendo el 99% de pymes, pero ya cerraron 600 mil pymes por la crisis sanitaria, por lo que urge una reconstrucción económica y social urgente, y se impone una reforma tributaria justa y soldaría, que el gobierno de Bolsonaro debería comenzar.
OXFAM estima que entre marzo y abril 2020, se retiraron 100 mil millones de dólares de inversión extranjera en los países emergentes, entre ellos de América Latina, mientras que CEPAL sostiene que la caída de las exportaciones será del 15%, mientras que la Organización Mundial de Turismo señaló que el ingreso de turismo al continente americano cayó en un 80% desde el mes de abril, lo que incidirá en los ingresos económicos de los Estados.
Antes de la pandemia sanitaria en América Latina, había un alto nivel de informalidad que llevaba al 53%, donde las mujeres tenían un ingreso económico menor del 25% en relación a los varones, siendo otro problema que tienen los países latinos, su deuda externa que representan el 44% del PBI regional al 2019, siendo los casos más preocupantes de Argentina y Brasil.
La recaudación fiscal en América Latina tiene una presión fiscal del 23%, cuando los países de la OCDE superan el 34%, por lo que algunos Estados de nuestro continente hay sistemas fiscales frágiles con beneficios y patrimonios que escapan a los paraísos fiscales.
El FMI concedió créditos ante la emergencia sanitaria, entre ellos al Peru por 11 mil millones de dólares y Chile por 23 mil millones de dólares, los que deberían utilizarse hacia sus sistemas de salud históricamente desfinanciados para proteger a sus poblaciones, pero también para financiar a las pymes y microempresas que generan el 67% del empleo regional.
Ante este panorama regional, OXFAM plantea que los gobiernos implemente mecanismos públicos que impidan despidos arbitrarios mientras dure la pandemia y dirigir fondos públicos para las pymes que generan empleo a los trabajadores. Los países desarrollados del primer mundo deberían apoyar con 300 mil millones de dólares a los países del tercer mundo en esta pandemia, especialmente en América Latina donde la pandemia se ha agudizado.
Ante la crisis social, OXFAM propone las siguientes reformas fiscales:
1.- impuesto extraordinario a las grandes fortunas a los patrimonios netos a partir de 1 millón de dólares con carácter progresivo, con 2% para patrimonios netos entre 1 a 50 millones de dólares, 3% para patrimonios entre 50 a 100 millones de dólares y 3.5% para patrimonios por encima de 100 millones de dólares, lo que permitiría captar a los Estados de América Latina de 14,260 millones de dólares. Eso implica un mecanismo impositivo de urgencia y solidaridad o una reforma tributaria integral urgente.
2.- Paquetes de rescate público a empresas con determinadas condiciones que contribuyan a generar valor y retorno social, pero que no tengan cuentas en paraísos fiscales, aplicar moratoria por 3 años en el pago de bonos a altos ejecutivos y accionistas, y demostrar que no tienen vínculos familiares y económicos con los gobernantes de turno.
3.-Impuesto a los resultados extraordinarios de grandes corporaciones de Estados Unidos y Europa que tienen utilidades extraordinarias netas en plena pandemia sanitaria mundial.
4.- Impuestos a empresas digitales que se han beneficiado de la crisis sanitaria ya que la población permanece en sus viviendas y utiliza servicios digitales que como Netflix de tener 2 millones 900 usuarios, incrementó a 15 millones de suscriptores, ya que actualmente las corporaciones digitales viven en una anomalía fiscal total en los países latinos, por lo que es necesario gravar sus rentas generadas, creando un impuesto a las ventas digitales o un impuesto general a las ventas.
5.- Reducir la carga tributaria de los hogares empobrecidos, por lo que debe reducirse a cero los impuestos al consumo de uso sanitario y canasta básica familiar, suprimir los aranceles a la importación de materiales sanitarios y medicamentos, pero también elevar el IGV a los bienes de lujo.
La ONG OXFAM se creó en 1995 y es un grupo de organizaciones no gubernamentales independientes con la finalidad de intercambiar conocimientos y recursos y ayudar en la lucha contra la pobreza y la injusticia en el mundo. ¿El gobierno de Martín Vizcarra y el Congreso apoyaran el impuesto extraordinario a las grandes fortunas en el Perú?