Falleció “El Pepe” Mujica de Uruguay: El mejor referente político de América Latina

Fue un político excepcional y coherente con sus principios de austeridad en América Latina, que cuando estuvo en la cumbre del poder en su país, pregonó con el ejemplo y no con la hipocresía de la mayoría de políticos. No creía en la fastuosidad, la fanfarria, ni en los protocolos excesivos que otorga el poder político.
Confesó que cuando fue presidente de Uruguay el año 2010, tuvo que visitar Londres-Inglaterra y al llegar al aeropuerto, lo esperaban una comitiva de autoridades inglesas y uruguayas, quienes tenían a su disposición alrededor de diez vehículos nuevos, la mayoría de ellos blindados que lo trasladaría a la embajada uruguaya en dicha capital londinense, lo que lo sorprendió ya que parecía un artista, porque nunca lo habían protegido tanto, según relató en entrevistas posteriores.
Se convirtió en un líder moral de la política a nivel mundial y no solo de América Latina y brilló con luz propia con su lenguaje pausado y filosófico. Le propusieron ser candidato a Premio Nobel de la Paz que él rechazó, porque consideró que el mundo tiene tantos problemas y no tenía méritos para esa distinción universal evidenciando su humildad.
Se hizo famoso por sus decisiones, cuanto, por sus afirmaciones, muchas de ellas que polarizaron a la opinión pública de su propio país. No utilizaba con frecuencia el avión presidencial, no aparecía en vehículos lujosos protegido por militares y policías lo que es habitual hoy, y tampoco le gustaba vestir impecablemente en ceremonias oficiales, ni diplomáticas como lo hacen los políticos tradicionales.
No usaba corbatas, porque dijo en una ocasión que “es un trapo inútil que complica la vida de los varones”. Una vez como Jefe de Estado, presentó en conferencia de prensa al nuevo ministro de economía ante la prensa con sus sandalias y pantalones remangados que un sector de la prensa uruguaya conservadora, lo fustigó severamente, porque no respetaba la investidura presidencial, pero el pueblo le perdonó esas “trivialidades” como él respondió a las críticas.
Siempre vivió con su esposa, Lucia Topolansky, quien compartía sus ideales políticos desde su juventud universitaria. Residió en su pequeña chacra el Rincón del Cerro, en la periferia de Montevideo y no tenía empleados domésticos ni guardaespaldas, ya que el mismo preparaba sus alimentos y no se incomodaba cuando le decían que era un fluricultor. Cuando ganó la presidencia de la república el año 2010, no se trasladó a la residencia presidencial, ya que decidió permanecer en su chacra con su esposa, y se trasladaba a veces a palacio de gobierno en su viejo Volkswagen de 1970, utilizando el palacio de gobierno solo para actos oficiales.
Ofreció la residencia presidencial para que se refugien en la temporada de invierno los indigentes uruguayos, lo que generó en su país amplio respaldo, pero también críticas de los políticos conservadores. Como Jefe de Estado, donó el 80% de su sueldo estimado en 12 mil dólares para obras de caridad.
Una anécdota, gráfica la sencillez y sabiduría de “Él Pepe” como lo denominaban los charrúas. Reveló en una entrevista que, en una ocasión, fue vetado de ingresar por los policías de seguridad del estado al almuerzo oficial que brindó el nuevo Presidente de Paraguay quien invitó a los presidentes de América Latina al asumir su mandato, tan solo porque llegó cinco minutos tarde al banquete, pero especialmente porque no tenía corbata y tampoco portaba su credencial de Jefe de Estado de Uruguay, ya que no estilaba utilizar ese atuendo, por lo que se retiró del banquete presidencial sin exigir nada.
Algunas de sus frases no han perdido vigencia hasta hoy y muchos políticos tradicionales no lo toleran. Dijo entre otras cosas las siguientes: “A los que les gusta mucho la plata, hay que correrlos de la política. Son un peligro social”, “Los políticos tienen que vivir como vive la mayoría de la gente, pero no como vive la minoría en países pobres”, “Yo no vivo en pobreza, vivo con austeridad, con renunciamiento y lo necesario para vivir honradamente”, “ Hoy ocupamos en el siglo XX el templo con el Dios mercado, él nos organiza la economía, la política, nuestros hábitos, nuestra vida y hasta nos financia en cuotas de tarjeta de plástico la apariencia de felicidad”, “El mundo despilfarra dos mil millones de dólares por minuto en presupuesto militar a nivel mundial. Decir que no hay plata es no tener vergüenza”, etc.
¿De quién estamos hablando hoy? De José Alberto Mujica Cordano, ex presidente de la República de Uruguay y ex diputado y ex senador que renunció a su cargo, a quien cariñosamente los charrúas le dicen, “El Pepe”, por ser muy campechano y sencillo. Nació el 20 de mayo de 1935 y ha fallecido el 13 de mayo del 2025, siendo su padre, Alberto Mujica y su madre, Lucía Cardamo, estudiando la primaria y secundaria en una escuela pública en el Liceo La Cataluña.
Su padre murió cuando él tenía 7 años y su madre fue padre y madre a la vez y la recuerda con nostalgia, confesando que de niño vendía flores ya que tenían un pequeño huerto y cuando no alcanzaba el dinero, pedía fiado al tendero del barrio pan y alimentos que pagaba semanas después puntualmente.
No concluyó sus estudios de Derecho y desde muy joven se introdujo en la política izquierdista en su país. En la década del sesenta del siglo XX, se integró al Movimiento Guerrillero de los Tupamaros y fue herido de nueve balazos en un tiroteo con los policías cuando planeaban un golpe ya que querían acabar con la dictadura militar que gobernó Uruguay por doce años con mano de hierro persiguiendo a los “comunistas”.
Estuvo preso por 13 años en 4 prisiones desde 1972 a 1985, fugándose de la prisión de Punta Canetas por el subterráneo en una fuga espectacular para después ser recapturado.
Su actual esposa fue su compañera política e ideológica, Lucía Topolansky, fue senadora de Uruguay ya que se conocieron en la universidad cuando eran jóvenes y tenían los mismos ideales políticos.
“Pepe”, confesó que, en la prisión militar, lo tenían aislado totalmente y para no perder la costumbre humana, “jugaba, conversaba y bromeaba” con los ratones e incluso comió moscas y hormigas para no enloquecer. Relató en algunas entrevistas que los primeros años en la prisión donde estuvo aislado, se sentía “rayado”, casi loco y recién comenzó a valorar la libertad que tienen las personas cuando no están en prisión.
Recuerda que se llevó como “trofeo de guerra” de la prisión, una botella de vidrio ya que en ese envase meaba, “privilegio” que él tuvo y no tenían otros presos porque en su celda no había un baño.
Una amnistía en 1985 lo liberó de prisión y cuando salió de la cárcel con otros tupamaros, tuvo un recibimiento popular por el pueblo que salió a las calles para recibirlos con aplausos ya que ellos combatieron a la dictadura militar. Ya en libertad, creó con otros líderes el Movimiento de Participación Popular dentro del Frente Amplio de Izquierda. En 1995 fue elegido diputado y recuerda que cuando fue al palacio legislativo, los guardias no lo dejaron ingresar inicialmente, porque fue de sport y no tenía ni terno, ni corbata.
El” Pepe”, ganó la presidencia de la república el 29 de noviembre del 2010 con el Frente Amplio de Izquierda con el 52% de votación y concluyó su mandato el 01 de marzo del 2015. Juramentó a su cargo como Jefe de Estado no en el palacio legislativo, sino en la principal plaza pública de Montevideo como fue la Plaza de la Independencia a pedido del pueblo. Concluyó su mandato con el 72% de aceptación popular en las encuestas, un caso sui géneris en la política mundial.
Tenía un patrimonio estimado en 200 mil dólares que incluye su chacra, dos Volkswagen donde se moviliza, tres tractores y su perra “manuela” según su declaración jurada. En sus momentos libres acostumbraba cultivar flores y hortalizas y afirmó que cuando deje la política, se dedicaría a cultivar zapallos y enseñaría a los jóvenes la agricultura.
En su gobierno, legalizó la marihuana, porque dijo que era peor “regalar gente al narcotráfico”. Su gobierno constitucional tuvo un crecimiento anual del 3%, un desempleo del 6.7%, y la pobreza se redujo al 11.5%, siendo lo más positivo las campañas contra la corrupción, pero lo más negativo la poca calidad educativa. “Pepe” Mujica y su humanismo, lo llevo a aceptar que decenas de refugiados sirios que huyeron de la guerra sean aceptados en su país con algunos beneficios cuando él fue presidente de su país.
Posteriormente, renunció al senado en su condición de ex jefe de estado en una ceremonia pública donde expresó algunas palabras reflexivas. El año 2024 en forma sorpresiva anunció en conferencia de prensa que tenía cáncer de esófago y solicitó amablemente que la prensa no le solicitasen entrevistas porque quería pasar los últimos años de su vida en tranquilidad y tratamiento médico. El año 2025 se agudizó el cáncer y avanzó.
Hoy, martes 13 de mayo del 2025 en horas de la mañana, en forma sorpresiva el presidente de Uruguay, Yamandú Orsi, en un mensaje al país, anunció oficialmente a sus compatriotas lo siguiente: “Con profundo dolor, comunicamos que falleció nuestro compañero Pepe Mujica. Presidente, militante referente y conductor del país. Te vamos a extrañar mucho viejo querido. Gracias por todo lo que nos diste y por profundo amor a tu pueblo”. Posteriormente, informó que se declaraba duelo nacional por 72 horas como homenaje póstumo al ex presidente Mujica.
Hoy que en diversos países de América Latina tenemos a ex presidentes acusados de corrupción por el Caso Odebrecht y algunos de ellos ya están en prisión y otros tantos procesados, cuando la mayoría de ciudadanos consideramos que la mayoría de políticos son corruptos y tenemos sociedades que conviven con la corrupción y la toleran, es difícil encontrar políticos excepcionales como el “Pepe Mujica”.
No tuvo ninguna acusación de corrupción o uso abusivo del poder político y fue respetado y valorado en el mundo entero, siendo un referente político de honradez, transparencia, austeridad y sencillez, que no se dejó marear por el poder político ni económico en Uruguay.
El “Pepe”, nunca renunció a sus ideales de justicia social e incluso fue recluido, pero no tuvo deseos de venganza hacia sus opositores. Fue consecuente con su línea ideológica y política, pero lo más importante, es un paradigma de la política mundial, ya que generalmente la mayoría de políticos buscan medrar del poder y no servir al pueblo de corazón y con desprendimiento.
Por eso el expresidente de Uruguay culminó su mandato con 72% de aprobación ciudadana. Su huella histórica y política en su patria perdura hasta hoy, ya que los últimos cuatro presidentes de dicho país, incluido el actual, Yamandú Orsi, provienen de las canteras de la izquierda democrática y progresista, elegidos por voluntad del soberano.
No se asemeja en absoluto a políticos peruanos procesados y sentenciados como Fujimori, García, Toledo, Humala, Kuczynski, Vizcarra y Castillo, en el sistema judicial de nuestro país por actos de corrupción que cierto sector de la sociedad y prensa peruana los defiende incomprensiblemente.
¿Tenemos en el Perú o en América Latina a algún político honesto, transparente y campechano que se asemeje en algo a “Pepe” Mujica?
Hugo Amanque Chaiña – Periodista y Abogado