Víctor Raúl Haya de la Torre, gran impulsor de la política social en el Perú, cual gran padre, cual tierno abuelo, cual papá Noé indoamericano, hizo realidad la Fiesta de la Navidad para los niños y niñas de familias pobres, para la gente de los pueblos jóvenes o AAHH, denominados por él “pueblos en formación”.

Lo hizo ¡sin recursos del Estado! SÍ; sin dineros de ONGs. De potencias extranjeras; sin pseudo donaciones de hipócritas de falsas caridades. Lo hizo a lo Cristo nuestro redentor, salvando la distancia, emulando la milagrosa multiplicación de panes y pescados en Betsaida, relatado en los Evangelios de la Biblia.

Haya, hizo política con pedagogía, enseñando; con emoción social, fomentando la fraternidad; construyó el Aprismo, no como partido político, sino, como Escuela de maestros y discípulos, también, como una comunidad solidaria, donde sus integrantes conocen sus derechos y deberes, y los practican con responsabilidad cívica.

El festejo de la Navidad, en el pueblo aprista, se instauró con la “chocolatada de navidad”, desde diciembre de 1931, en La Casa del Pueblo de Trujillo; fue sangrienta, por cuanto la tiranía de la oligarquía, con sus criminales, asaltaron el local aprista, asesinando e hiriendo a compañeros desarmados e inocentes.

Luego, sin necesidad de acuerdo partidario, todos los años, en democracia o dictadura, hasta en duras persecuciones, incluso, cuando perdió su inscripción en el ROP del JNE, el APRA celebró la Navidad para los humildes siempre, gracias y muchas gracias, a las mujeres apristas, aspecto que debemos reivindicar y homenajear.

“Que la Navidad del Niño del Pueblo, que yo fundé en 1945 (se formalizó), se realice cada año con más extensión y beneficio para los niños y familias pobres. Y que este año no se interrumpa.

Contrariamente, debe celebrarse mayormente en mi memoria”; ésta fue la enfática orden, lo redactó en “dos documentos …, escritos el 8 de diciembre de 1965, en la víspera a someterse a una operación quirúrgica, calificada de alto riesgo, en la Clínica de la Universidad de Hamburgo – Alemania. Documentos que, en su momento tuvieron el valor de Testamento Hológrafo, pero, con el transcurso del tiempo, han venido en constituir el Testamento Político de Haya de la Torre” (80 Años de El Antimperialismo y el APRA de Haya de la Torre, de Beto Lajo, pág. 72).

En 1978, creó la Fundación Navidad del Niño del Pueblo, cuyos ingresos son las regalías de derechos de autor de sus libros, declarando herederos a los niños del pueblo peruano. Enarbolo la hipótesis de primacía del Aprismo en celebrar la Navidad, ejemplo, seguido por gobiernos locales, instituciones privadas y jóvenes.

Este artículo, se lo dedico a la compañera Elena Rojas, regidora de la Municipalidad Distrital de Chicama, asesinada (18/12/25) por sicarios de la corrupción, en evento navideño, se encontraba entregando juguetes a niños y niñas del Centro Poblado de Sausal.

Edgar Lajo Paredes – Abogado