En esta fiesta os doy mi Corazón Inmaculado, recibidlo con amor sublime y encended vuestro corazón con la llama ardiente del Corazón de Jesús. Así purificaréis sus intenciones y todo brotará de su corazón como fuente inagotable de Dios Espíritu Santo en amor y misericordia.

Ya está cerca la Navidad. El lirio del santo José florece, como la azucena de la Virgen Madre. La paz envuelve el universo y su pregón resuena en la noche santa. El coro de ángeles en Belén y los coros angélicos, destellantes de luz, cantan preparando la venida del Señor. Los cielos se regocijan, exulta la alegría en la tierra.

El coro de la naturaleza viviente anima el día y la noche: las ovejas bailan, las vacas mugen, los asnos rebuznan, cantan las aves canoras y trinan los pájaros. Se acerca la Nochebuena, el jolgorio y la juerga, por el Niño Dios recién nacido. Los pastores adoran al Niñito Jesús y bailan alegres.

El gozo y los villancicos llenan los hogares y las iglesias. El espíritu se regocija y reina la paz crística en los hombres y mujeres de buena voluntad. Nace el Emmanuel – Dios con nosotros – por una eternidad. Venid adoradle.

Javier Azalgara Neira – Abogado