El congresista Wilson Soto, presentó el proyecto de ley que tiene por objeto incorporar el Articulo 316-B al Decreto Legislativo 635 – Código Penal, para tipificar el delito de terrorismo e imponer la sanción de cadena perpetua o muerte en los términos siguientes:

«Articulo 316-B. El que provoque, genere, mantenga o favorezca un estado de zozobra, alarma o temor en la población, en un sector de ella o en una familia, mediante la realización de actos contra la vida, la integridad física, la salud, la libertad, la seguridad personal o contra el patrimonio de las personas, a través de delitos como sicariato, secuestro, extorsión, robo agravado, y cuya consecuencia sea la muerte de la víctima, será sancionado con pena de cadena perpetua o pena de muerte».

Soto en la exposición de motivos, sostiene que su propuesta legislativa tiene como objetivo endurecer las sanciones penales, introduciendo la cadena perpetua o la pena de muerte para delitos de terrorismo, sicariato, secuestro, y otros crímenes de extrema gravedad que atenten contra la vida e integridad física de las personas.

Refiere que esta medida responde a la urgente necesidad de fortalecer la seguridad ciudadana y garantizar la paz social, un derecho que todos los peruanos merecen y que, en los últimos años, ha sido vulnerado por el aumento de actividades criminales violentas. Los crímenes mencionados no solo generan víctimas directas, sino que también siembran el miedo y la desconfianza en toda la sociedad.

Precisa que la creciente ola de inseguridad ciudadana, evidenciada por los actos de violencia que ocurren a diario, exige que se tomen decisiones legislativas firmes y contundentes. En este sentido, las sanciones más severas, como la cadena perpetua o la pena de muerte, pueden actuar como un fuerte elemento disuasivo, enviando un mensaje claro de que el Estado está comprometido a proteger a sus ciudadanos y a garantizar la convivencia pacífica.

Soto afirma finalmente que la aprobación de esta medida no solo permitirá restaurar el principio de autoridad y justicia, castigando de manera ejemplar a los delincuentes que atentan gravemente contra la sociedad, sino que también contribuirá, de manera significativa, a recuperar la tranquilidad y la paz social. La implementación de estas penas más severas será un paso firme hacia la erradicación de la impunidad, enviando un mensaje inequívoco de que aquellos que cometen delitos atroces no 6 tendrán posibilidad de reincorporarse a la sociedad. Este tipo de medidas, aunque extremas, buscan precisamente salvaguardar los derechos fundamentales de la ciudadanía, restaurar la confianza en las instituciones y garantizar un futuro más seguro para todos.