Arequipa: Siempre digna, cívica y revolucionaria
Nuestra patria chica que es Arequipa, ha tenido algunos valores fundamentales que la historia republicana del Perú le ha reconocido. Su dignidad, civismo y rechazo a las tiranías de los gobernantes civiles y militares que osaban quebrar el orden jurídico y moral de nuestro país, incluso antes de proclamarse la independencia de nuestra patria grande en 1821.
El poeta Percy Gibson, manifestó que había una diferencia entre los characatos y otros connacionales del país. “Mientras que en Arequipa había ciudadanos que sabían sus deberes y derechos que lo honraban y defendían hasta con la muerte, había peruanos de otras ciudades que carecían del coraje de los mistianos”.
El historiador Jorge Basadre reconoció a Arequipa “como cuna de las libertades ya que de esta ciudad casi siempre emergieron revoluciones y levantamientos populares que pusieron en jaque al país”. No en vano señaló que “los characatos cual revolver siempre apuntaban a Lima si acaso algún gobernante osará quebrar el orden jurídico y democrático de nuestra patria”.
El civismo, la dignidad y el espíritu telúrico propio de los hijos del Volcán Misti, son valores que hemos heredado de nuestros abuelos y tatarabuelos que siempre debemos mantener en alto, cualquiera que sea el gobernante que no respete el orden constitucional y moral del Perú.
Pero, ¿Cuántos arequipeños conocemos al detalle cuantas rebeliones se dieron en Arequipa? ¿Quiénes fueron los conductores de estos levantamientos? ¿Cuáles fueron los argumentos que enarbolaron? ¿En qué revolución los characatos salimos triunfantes y en cual salimos derrotados? ¿No sería prudente y oportuno que los historiadores, la Municipalidad Provincial, la Gerencia Regional de Educación, la Escuela de Historia de la UNSA o el Gobierno Regional publiquen un texto detallado para que nuestros niños y foráneos conozcan nuestro hermoso pasado?
Confieso que tengo poca claridad sobre el número de rebeliones que se gestó en Arequipa por la poca información oficial y confiable sobre el tema. Pese a la insuficiente información que he leído sobre el asunto, tengo la percepción que nuestra ciudad fue cuna de más de una docena de revoluciones, rebeliones o levantamientos cívicos en el siglo XIX y XX.
En 1834, en Cabildo Abierto, Arequipa, rechazó el golpe de estado del General Bermúdez contra el General Orbegoso al salir en defensa de legalidad. En 1835, Arequipa desconoció a Felipe Salaverry y su gobierno usurpador, quien posteriormente fue fusilado en la Plaza de Armas de nuestra ciudad.
En 1841, el General Vivanco desde Arequipa se sublevó contra el Presidente Gamarra al permitir que tropas bolivianas ingresen al país. En 1843, nuevamente el General Vivanco se rebeló contra el gobierno de Ramón Castilla, pero fue derrotado y huyó a Chile. En 1854, nuestra ciudad se levantó contra el gobierno corrupto encabezado por los generales Vivanco y Moran, siendo sofocada esta rebelión por tropas limeñas y luego fusilado Moran en la Plaza de Armas.
En 1856, los arequipeños se rebelaron contra la promulgación de la Constitución lo que obligó al Gral. Castilla a sitiar Arequipa desde Sachaca a punta de cañones, cayendo cientos de jóvenes characatos. En 1865, nuestros ciudadanos rechazaron el humillante Tratado Vivanco-Pareja encabezados por el Coronel Mariano Prado, quien marchó hacia Lima y después de varios combates, se proclamó como Jefe Supremo y le declaró la guerra a España.
En 1867, Arequipa rechazó la Constitución al considerarla centralista y extremadamente liberal, proclamando como Presidente al que era segundo vicepresidente, el General Diez Canseco cuando era Jefe de Estado, Prado, quien mandó cañonear Arequipa.
En 1881, Arequipa se levantó contra la dictadura de Piérola y destituyó al Prefecto General Pedro del Solar. En 1884, el Gral. Cáceres desde Arequipa se rebeló contra el gobierno del General Iglesias por el Tratado suscrito con Chile por ceder parte de nuestro territorio y desconoció a las autoridades que representaban al gobierno nacional.
En 1895, los characatos rechazaron la reelección del Gral. Cáceres por sus medidas antipopulares, mientras que, en 1930, los mistianos representados por el Teniente Coronel Luis Sánchez Cerro, se rebelaron contra el gobierno de Augusto B. Leguía, derrocándolo por incumplir el manifiesto de ese año y convocándose nuevas elecciones.
En 1950, en plena dictadura de Odría, la ciudad de Arequipa se alzó contra el gobierno nacional después que tropas mataran a estudiantes del Colegio Independencia quienes se habían declarado en huelga exigiendo mejoras y respeto a sus derechos.
En el siglo XXI, en junio del 2002, cuando Arequipa, encabezado por el Alcalde Provincial Juan Manuel Guillen y las fuerzas vivas, rechazó la privatización de EGASA, ya que Toledo no respetó una sentencia judicial ni su promesa electoral la empresa de generación eléctrica. Con el “Arequipazo” se detuvo las privatizaciones y Toledo pidió disculpas públicas a la ciudad blanca.
La descentralización del país, fue otra de las banderas históricas que enarbolamos los characatos contra el centralismo limeño. Si efectuamos un breve balance autocritico de las ultimas décadas, no hemos sabido defender legalmente ante el poder político centralista a la empresa EGASA y SEAL, ya que ni los congresistas ni los consejeros regionales no han presentado proyectos de ley para que dichas empresas públicas pertenezcan a la región Arequipa y sus directores siguen siendo designados hoy desde el gobierno nacional y mucho menos no tenemos ningún porcentaje de sus utilidades, porque todo se centraliza en FONAFE ubicado en Lima.
Hoy tenemos como gobernador regional, a un cajamarquino que poco conoce de descentralizacion y con la transferencia de Majes al MIDAGRI, ha capitulado ante el centralismo por su incapacidad personal y de su movimiento político, ridiculizando a todos los mistianos perjudicando nuestra imagen departamental ante todo el país denigrando el orgullo de los characatos. En todo pueblo siempre habrán felipillos y así lo han registrado los historiadores, pero esa traición de no proteger ni defender el proyecto Majes y derivarlo al centralismo, no puede empañar nuestra imagen como ciudad digna cívica y revolucionaria que legaremos a nuestros hijos y nietos adportas del próximo V Centenario del año 2040.
Finalmente, en el mes jubilar de nuestra patria chica, recordemos a Víctor Andrés Belaunde al referirse a su tierra, a quien la denomino “el caudillo colectivo del Perú”. Justamente porque desde la ciudad blanca siempre emergió nuestro civismo, el respeto a nuestra dignidad y las revoluciones que dejaron huella en la historia republicana del país. Hoy más que nunca debemos recordar ese estribillo de nuestro inmortal himno de Arequipa que afirma “siempre tendrás jóvenes que renueven laureles de ayer”.
Feliz Aniversario Arequipa en nuestros 484 años de fundación española.
Hugo Amanque Chaiña – Periodista y Abogado
Foto Radio San Martin