Animemos a los maestros a que tengan una mentalidad abierta, con autoridad moral y preparación. Recordemos su vocación de servicio a la niñez y juventud. Es su deber, exponer con claridad, preocuparse de la situación de los alumnos, compartir experiencias, tener paciencia.

Constatar el avance y progreso educativo, que los alumnos tengan conocimientos claros, que haya diálogo entre profesor y alumno, dentro de un ambiente de confianza, respeto y fraternidad. Saber reconocer valores en la persona.

En el Perú es manifiesta la pobreza de los alumnos y de los planteles, falta de materiales didácticos, falta la suficiente implementación en algunos de los profesores. «Los problemas que más angustian y preocupan a la juventud son: 1) En el hogar: -Falta de comunicación -Incomprensión entre hermanos -Situación económica -Peleas -Soledad -Prostitución -Alcoholismo -Falta de amor a Dios y a los hermanos en la fe -Machismo.

2) En el Colegio: -Egoísmo -Falta de comunicación con los profesores -Falta de compañerismo -Indiferencia estudiantil frente a los problemas -Falta de infraestructura -Líderes amenazados -Preferencias -Desnutrición y anemia.

3) En la Sociedad: -Desigualdad -Mala administración de justicia -Drogas -Violencia por todas partes -Situación económica cada vez peor -Falta de valores -Delincuencia -Desocupación -Indiferencia de todos los sectores.

Profesores, tenemos el compromiso de romper las barreras del egoísmo, injusticia y falsedad, haciendo sobresalir los valores de justicia, verdad, solidaridad, fraternidad. De unir nuestras fuerzas para formar la familia universal y transformar este mundo lleno de injusticias. Recuperar la dignidad humana.

El hombre es lo primero. Ponernos al servicio de los más necesitados. (Encuentro, P. Guido Zegarra).

El Día del Maestro, es una de esas fechas que marcan profundamente el calendario de la tarea educativa por ello el empeño que se pone en reflexionar, preparar y celebrar este acontecimiento.

Javier Azalgara Neyra – Abogado