Presentan proyecto de ley que pretende prohibir exploración y explotación minera en Valle de Tambo
Prensa Regional
La congresista Maria Agüero, presentó el proyecto de ley que tiene por objeto proteger el Valle de Tambo, ubicado en los distritos de Cocachacra, Deán Valdivia, Mejía y Punta de Bombón, provincia de Islay del departamento de Arequipa, estableciendo la prohibición expresa de la realización de actividades de exploración y explotación minera en su zona adyacente.
La propuesta legislativa prohíbe la realización de actividades de exploración y explotación minera a menos de 25 kilómetros a la redonda del valle de Tambo, medición que se efectúa desde el margen de su área territorial. El Ministerio de Agricultura y Riego en coordinación con el Gobierno Regional de Arequipa, realizan la delimitación del área territorial del Valle de Tambo, para el cumplimiento de los fines de la presente ley.
En la exposición de motivos, la congresista Agüero, afirma que el Valle de Tambo, caracterizado por su intensa actividad agrícola, ha logrado establecer un equilibrio socio ambiental, resultando en un área próspera con un notable desarrollo humano y reducidos índices de pobreza. A pesar de estos logros, la cercanía a depósitos mineros ha generado tensiones entre los habitantes locales, el gobierno del Perú y la corporación Southern Copper Perú, desencadenando un conflicto en la región de Arequipa.
En el 2003 se iniciaron estudios geológicos y geoquímicos para el proyecto minero Tía María lo cual ocasionó una fuerte resistencia de la comunidad local, arraigada en experiencias pasadas con operaciones mineras y una cultura agraria fuerte. Las razones por las cuales la población rechaza el proyecto son principalmente ambientales, ya que temen la contaminación del agua, el aire, el detrimento de la calidad de los productos agrícolas, así como los posibles problemas a la salud de la población. El proyecto minero Tía María no ha logrado obtener el apoyo de la comunidad local
La congresista refiere que, en el censo de 2017, Islay registró una población de 52,034 habitantes, con una alta densidad en los distritos urbanos de Moliendo e Islay. Contrariamente, el 43.8% de los habitantes reside en áreas rurales del Valle de Tambo, incluyendo Cocachacra, Deán Valdivia, Punta de Bombón y Mejía. La economía local se sustenta en la agricultura, pesca, comercio, construcción, transporte, almacenamiento, así como en servicios de alojamiento y alimentación. La agricultura y la pesca artesanal son particularmente cruciales en el Valle de Tambo, empleando a una parte importante de la población de estos distritos, reflejando un modo de vida y economía más enfocados en los recursos naturales y ecosistemas locales.
Agüero remarca finalmente que los proyectos mineros cercanos, en zonas de influencia o amortiguamiento, de áreas naturales con gran biodiversidad o en donde se producen productos agrícolas para consumo humano, como es el caso del Valle de Tambo, significaría la contaminación del agua y el aire, afectando negativamente la calidad de los productos agrícolas y la salud de la población local, lo cual iría en contra de este derecho fundamental.