En el libro, “Construir Instituciones: democracia, desarrollo y desigualdad en el Perú desde 1980”, (primera edición: marzo 2006, publicado por: Pontificia Universidad Católica del Perú, Universidad del Pacífico e Instituto de Estudios Peruanos), de varios autores, cuyo editor es John Crabtree, en el Capítulo I Construcción de nación, racismo y desigualdad: una perspectiva histórica del desarrollo institucional en el Perú, escrito por Paulo Drinot, textualmente, leemos: “El historiador y sociólogo peruano Nelson Manrique ha escrito que tales sucesos han dado lugar a que militares estadounidenses de alto rango concluyan que el Perú, junto al Ecuador y a Bolivia, no son estados-nación viables ‘(…) al no haber sabido solucionar sus más elementales problemas económicos, ni integrarse como naciones’ (véase Perú 21, 16 de octubre de 2004).

Estos expertos estadounidenses sugieren que en los próximos cincuenta años el Perú se partirá en dos, que el sur del país será ocupado por Chile y el resto por Brasil”. (ob. cit. Pág. 11). Se refiere, a: “Los acontecimientos ocurridos en el sur del Perú, como los disturbios de Arequipa en el 2004 [protestas ciudadanas contra la privatización de EGASA, junio de 2002] o el linchamiento del alcalde de Ilave (Puno) en el mismo año [ Cirilo Fernando Robles Callomamani, 26 de abril de 2004], ¿Son evidencia acaso de la ausencia de legitimidad estatal y de una inminente implosión estatal interna, como postulan algunos observadores?”. “Lamentablemente estas afirmaciones no muestran nada nuevo acerca del ‘fracaso’ peruano como estado-nación, como pueden darse cuenta quienes han leído los discursos de Manuel González Prada o el Informe Final de la Comisión de la Verdad y Reconciliación”. (ob. cit. Pág. 12).

Si a esto le agregamos la crisis política de la derecha, el irracional enfrentamiento, fratricida y suicida, entre Fuerza Popular de Keiko Fujimori y Peruanos por el Kambio de Pedro Pablo Kuczynski, en el quinquenio 2016 – 2021; reflejado en la renuncia forzada de Kuczynski a la presidencia, ascenso del cuestionable vicepresidente, disolución discutible del Congreso por Martín Vizcarra, elección de nuevo congreso por un año, vacancia de Vizcarra, y elección del desconocido e impreparado Pedro Castillo, como presidente de la República. ¿Hace del Perú inviable al 2050?

Edgar Lajo Paredes – Abogado