Mucho se habla del “Perú profundo”, y lo hacen de manera muy genérica, diría vaga, demagógica hasta electorera y cínica, porque nunca dan datos, ni alcanzan propuestas concretas, es más, nunca señalan en qué centro poblado del Perú profundo han estado. El día sábado 20 de noviembre de 2021, viajé a Caravelí, cuyo Alcalde Provincial, Arturo Montesinos Neyra, me invitó lo acompañé a una visita oficial a Nauquipa, el Anexo más alejado de Caravelí, el mismo se encuentra a cuatro horas de viaje en vehículo motorizado, hay aproximadamente 25 viviendas y más de 60 habitantes.

La autoridad explicó, el año 2019 hicimos ahí una sesión de concejo municipal descentralizada, ahora -después de la pandemia- vuelvo para evaluar lo realizado por la gestión edil. La vía, recientemente arreglada, sin asfaltar hasta el distrito de Cahuacho, de ahí más adentro está Nauquipa, se llega trepando los andes, hasta una planicie desértica, luego nos encontramos en el punto para el descenso -a pie- hacia el anexo.

En el viaje, pasamos por Taiwán (ubicado a una hora del anexo), así se llama el centro poblado construido con ayuda de empresarios taiwaneses, impulsado por la Iglesia Católica, a favor de los pobladores Nauquipa damnificados del terremoto de junio del 2001. Taiwán, ubicado en espacio seguro, con viviendas técnicamente bien construidas, con infraestructura educativa nueva, juegos infantiles, local comunal amplio. Sin embargo, está sin población, abandonado, pues, los damnificados, regresaron a Nauquipa.

Cualquier citadino se preguntaría ¿por qué han dejado Taiwán y retornado a las inseguras condiciones de residencia en Nauquipa? La respuesta es sencilla y contundente; porque ahí están sus tierras produciendo el alimento para quienes viven en la ciudad. Está literalmente, en una ladera, me sorprendió la presencia del sistema de andenes, seguramente de la época Inca, y su conservación hasta nuestros días; especule: habrá sido un centro de producción muy importante de la Cultura Inca. Los nauquipeños, pudiendo venirse a residir en la ciudad; no lo hacen, han decidido vivir y producir en su anexo.

Es el binomio armonioso hombre-tierra, creado y forjado por la civilización andina que perdura hasta hoy, valoremos y protejamos esta riqueza de nuestros ancestros. Por ello, creo que pocos conocen la otra Arequipa profunda.

Edgar “Beto” Lajo Paredes – Abogado