La delincuencia crece por peloteo burocrático del Ministerio Público, ineficiencia de la Policía Nacional del Perú, indiferencia de los Comités de Seguridad Ciudadana (regional, provincial y distrital), pasividad de la sociedad civil, complicidad de los partidos políticos, egoísmo del sector privado y por el cachueleo de los jueces.

En nuestra ciudad de Arequipa, se producen, con frecuencia, robos de camionetas 4×4, donde se mezclan los delitos de hurto, apropiación ilícita y estafa; en razón, a que una empresa alquila de otra empresa tales vehículos, luego la subalquila, a un tercero que se apersona, da el nombre de un cuarto que va a conducir el bien hacia la ciudad de Juliaca, da el número telefónico del representante de otra empresa, supuestamente, de la ciudad de los vientos.

Se comunican, elaboran un contrato de arrendamiento, se envían datos y documentos en forma virtual, lo hacen firmar al conductor que va a trasladar la camioneta, éste llega a Juliaca, se comunica, por teléfono con el cuarto o un quinto, éste le indica, llevar la camioneta a tal lugar, ahí hay un individuo que recibe la camioneta, le da algo de dinero al conductor para que se regrese.

Se la llevan la camioneta, desaparece, no hay comunicación, desactivan el GPS, produciéndose el hurto (robo) “perfecto”. Uno de la empresa sub alquilante, llama al propietario, le comunica del robo de la camioneta, le recomienda preparar los papeles, la denuncia, “acomodarla”, para gestionar el seguro por pérdida de vehículo motorizado. El que sub alquiló junto con el propietario, van a la Comisaría cercana a denunciar, el Suboficial, creyéndose cuasi fiscal, califica la denuncia, dice, esto es apropiación ilícita, falta la carta de requerimiento, para procesar la denuncia.

Le informan que la camioneta se la han llevado y desaparecido en Juliaca, dice: “tienen que poner la denuncia en Juliaca”; para mayor seguridad, el efectivo policial, llama al Fiscal de turno, éste, por no laborar, refuerza lo indicado por el policía, es apropiación ilícita, y recomienda ir a Juliaca a poner la denuncia.

El propietario, va a Juliaca, la Comisaría PNP, le dice; “ya no puede usted denunciar el hecho delictivo, porque ya denunció en Arequipa debiendo proseguir con la investigación”. Nadie hace nada. Los ladrones felices. El Estado no sirve para nada. Las víctimas, son dos veces víctimas.

Edgar Lajo Paredes – Abogado