El Popular

La jueza Maria Pilar del Castillo del Primer Juzgado Penal de Lima, sentenció con dos años de pena privativa de libertad suspendida y al pago de una reparación civil de 70 mil soles por el delito de difamación en contra de la seudo periodista, Magaly Medina, en una denuncia penal que el año 2020 interpuso el actor Luis Cáceres.

El hecho se remonta al 02 de julio del 2020 cuando Lucho Cáceres publicó en su facebocck una reflexión respecto a la resocialización de personas condenadas judicialmente con una foto de Magaly Medina enmarrocada, donde afirmaba lo siguiente: “La resocialización es un fin utópico de alcanzar en el país que no se evidencian, sino que son transgredidos diariamente sin pudor alguno lo que trae como consecuencia que el ex convicto recurra en comportamientos sancionados por la ley. Cuatro sentencias condenatorias por delitos similares, consentidas y ejecutoriadas, una de ellas con pena privativa de la libertad, son el ejemplo tangible y a la luz de los hechos, todo parece indicar que se vienen más”.

Medina, en su programa de televisión dio lectura a las reflexiones de Lucho Caceres y luego lo atacó, al señalar que, “No pierdo tiempo en escoria, en basura. Yo no meto mi mano al desagüe, quédate en el basural de donde saliste, Lucho Caceres”. Estas expresiones de Medina, obligaron al actor a denunciar penalmente a la conductora de televisión, quien ha sido sentenciada en primera instancia y podrá apelar a la Sala Penal de Turno en Lima.

El actor Lucho Caceres, volvió a publicar otra reflexión una vez que logró que Medina sentenciada por la juez penal, al afirmar lo siguiente: “El honor es un bien jurídico fundamental amparado en la Constitución. Nadie puede mancillarlo, menos en un medio de comunicación. La libertad de expresión no es irrestricta, tiene parámetros y si estos no se respetan se incurre en delito contra el honor, injuria y difamación agravada. No seamos cómplices de la impunidad, accionemos y ejerzamos nuestro derecho al honor, a la honra e intimidad, a la privacidad, derechos que vienen siendo violentados impunemente hace más de una década, por programas que tergiversan, confunden e invaden y esparcen morbo en la teleaudiencia”.