22 de febrero: Día de la Fraternidad
El nacimiento de Víctor Raúl Haya de la Torre, fundador del Aprismo, fue instituido como el Día de la Fraternidad, su celebración surgió en plena clandestinidad, cuando Haya se encontraba preso, por la tiranía de la oligarquía, en la cárcel El Panóptico de Lima, ubicado donde está el Hotel Sheraton, en una celda subterránea, obscura con un foco rojo, por cuyas paredes filtraba la humedad de los desagües de la capital.
Era el año 1933, cuando el perseguido pueblo aprista, a fin de demostrarle su lealtad y solidaridad, reventaron bombardas, iluminaron cerros con las siglas APRA, tocaron bocinas los automóviles; haciéndose todos los años.
Jorge Basadre –sin simpatía por el APRA- en “Historia de la República del Perú”, escribe: “Desde los primeros pasos del partido fue establecido para durar hasta ahora, el culto al jefe, fundador, organizador, candidato e ideólogo principal, a quien sus adeptos llamaron por sus dos nombres más que por sus dos apellidos con los calificativos de maestro, compañero y guía, ‘hermano y amigo’ y cuyo cumpleaños celebraron desde 1933 como fiesta colectiva, el ‘Día de la Fraternidad’.
Y ha surgido en este partido de organización nacional, local y sectorial, el milagro de supervivir y, varias veces, de reaparecer fortificada después de sucesivas persecuciones, algunas de ellas muy crueles … así como la capacidad demostrada varias veces, para endosar a otros sus fuerzas” (t. XIV, p. 137).
En 1946 se festeja –por primera vez en libertad- el natalicio de Víctor Raúl, con una magnífica concentración del Pueblo, en el Estadio Nacional, Manuel Seoane pronunció un hermoso discurso “Recado del Corazón del Pueblo”: “Y porque nuestro partido es una hermandad en la lucha, en el dolor y la victoria… ha resuelto consagrar de hoy en adelante y hasta CUANDO SEAMOS POLVO EN VIAJE A LAS ESTRELLAS, el día 22 de febrero como el Día Aprista de la Fraternidad” (Manuel Seoane Páginas Escogidas de Eugenio Chang-Rodríguez, p. 185).
Hugo García Salvattecci, en su libro Haya de la Torre o el Marxismo Indoamericano, dice: “Para Haya, la fraternidad es el motor del APRA. Sin fraternidad el Aprismo desaparece” (p. 29). Los apristas, deben retomar la fraternidad, no solo ritualizarla, con reconciliación sincera, para indispensable recomposición institucional.
Edgar Lajo Paredes – Abogado