La repudiable ideología de Sendero Genocida
Definámonos demócratas y fortalezcamos la democracia local, regional y nacional; política, económica y social; y, deslindemos de las propuestas políticas autoritarias y violentistas, tanto de derecha(fascista), como de izquierda (comunista).
“Discursos y Conferencias” es el título del texto editado (1989) por Luis Arce Borja, en el prólogo, dice: “El presente libro viene a ser la primera recopilación de los principales documentos teórico- ideológicos del Partido Comunista del Perú, cuyo contenido se refiere a la doctrina ideológica del proletariado, a la violencia revolucionaria del pueblo, al Ejército Guerrillero Popular, a la estrategia militar más avanzada del proletariado, al Partido de la clase obrera, al Pensamiento Gonzalo, a la alianza obrero- campesina y a la construcción del Nuevo Poder Popular”.
Agrega: “Uno de los mayores méritos de estos escritos, es la elaboración de la justa estrategia y táctica de la lucha del proletariado para liquidar el viejo Estado reaccionario y dar nacimiento a la República de Nueva Democracia que, bajo la dictadura de la clase obrera, dirigido por su vanguardia política resuelva las demandas históricas de las masas oprimidas, principalmente las del campesinado, sumido en una inmisericorde explotación semifeudal”. (p. 9).
Documento senderista, el mismo lo hemos estudiado, analizado, ahora lo comentamos. Violencia revolucionaria. Abimael Guzmán, en 1982, dijo: “… el Partido ha iniciado y desarrolla pujante el único camino de nuestra emancipación popular y nacional: la lucha armada, la guerra de guerrillas que arde victoriosa en dos mil novecientas acciones que remecen nuestra geografía, todos los departamentos del país… Acciones que iniciadas con el boicot a las elecciones generales de 1980, concretado en Chuschi y multitud de lugares, golpean con agitación y propaganda armada mediante toma de emisoras radiales, volantes, afiches y acción directa que siembran zozobra en los reaccionarios y exaltan el entusiasmo popular con nuestras consignas de Lucha Armada, Gobierno de obreros y campesinos” (p. 182).
El otrora Presidente Gonzalo, sigue diciendo: “Acciones que se plasman en movilizaciones armadas que enardecen campesinos, enseñan al pueblo y alarman a la reacción, como en Miraflores y San Isidro. Sabotajes que golpean y socavan el sistema económico y social de explotación imperante, derrumbando torres de microondas y de energía eléctrica que generan apagones en amplias regiones como las del centro y norte del país, incluida la propia capital; incendios de ENCI en Huacho, San Martín de Porras (sic), Fiat, Toyota, Indú-Hogar en Lima y cañaverales del norte, reiterada acción contra bancos en todo el país y empresas reaccionarias como Bata, Hartinger, Centromin, etc.,
Así como a connotados colegios elitistas y aristocratizantes, expresión concentrada y humillante de educación furiosamente reaccionaria y extranjerizante. Acciones contundentes que remecen las bases semifeudales del Estado, descargando el peso de la acción reivindicadora armada contra gamonales de nuevo y viejo cuño… a las que se agregan las muy importantes tomas de pueblo…
Acciones macizas que apuntan directamente contra el imperialismo yanqui, …, como los golpes a la Southern en el sur del país… Y las vitales y trascendentes acciones directas contra el Estado, sus aparatos y fuerzas represivas, en especial sus fuerzas policiales. Multitud de acciones contra juzgados, gobernaciones, jefaturas de trabajo, oficinas de contribuciones, registros electorales, municipios, ministerios” (p. 182 y 183).
Con dinamita y plomo. Con enfermiza euforia, dice: “El Partido Comunista del Perú, partido marxista-leninista-maoista… asumió su papel de aplicar la violencia revolucionaria iniciando la lucha armada el 17 de mayo de 1980… la lucha política pasó a continuarse como guerra revolucionaria, tomando la forma principal de lucha, lucha armada. De esta manera nuestro partido dejó atrás un lastre histórico de más de 50 años y superando un negro y podrido electorerismo impuesto a las masas, con dinamita y plomo comenzó a escribir la auténtica liberación popular” (p. 213).
Organizó y practicó la “violencia revolucionaria” en diversas formas: “(acción guerrillera, sabotajes, aniquilamiento selectivo, propaganda y agitación armadas)” (p. 371).
Convivencia de clases. No hay duda, el comunismo marxista, leninista, maoísta, es una ideología repudiable, fomentan irracionalmente la lucha de clases. Los demócratas sociales (no socialdemócratas) propiciamos la convivencia de clases, culturas, etnias y de géneros.
Edgar Lajo Paredes – Abogado