Milei: El economista “loco” que seduce a los argentinos en las elecciones del 22 de octubre

pressadminoctubre 19, 20238min0
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Milei: El economista “loco” que seduce a los argentinos en las elecciones del 22 de octubre

el loco milei

CNBC

Le llamaban el Loco cuando jugaba al fútbol como portero de joven. No lo hacía mal, pero destacaba, sobre todo, por su estilo agresivo. El ultraliberal Javier Milei (Buenos Aires, 1970) ha sorprendido en las primarias en Argentina con una victoria clara sobre las formaciones tradicionales, el Kirchner ismo en el poder y los conservadores de Juntos por el Cambio. El economista Javier Milei ha superado el 30,2%, dos puntos más que los dos candidatos de Juntos por el Cambio. El oficialista Sergio Massa se ha quedado en tercer lugar, el peor resultado del peronismo de la historia.

Como dice el columnista argentino Carlos Pagni, Javier Milei es un grito de guerra que va más allá de las ideologías, pero no es baladí lo que defiende. Va contra todos, contra “la casta” y se dice “liberal libertario”. Libertad individual por encima de todo (libertad para portar armas, para vender órganos). Bueno, no de todo. Es contrario al aborto. Porque cree en Dios, a quien llama “el Uno”, con quien dice conversar. Defiende la dolarización de la economía argentina y la eliminación del Banco Central.

Es contrario a la Justicia social. “Estamos frente al fin del modelo de la casta, ese que dice que detrás de cada necesidad hay un derecho, cuya mayor aberración es la justicia social”, ha dicho Milei, en alusión a los postulados del peronismo. Aboga por reducir el Estado al mínimo. Para Milei, el Estado es la personificación del Maligno. “Hoy dimos el primer paso para la recuperación de la Argentina”, ha asegurado.

Aglutinador del ‘voto bronca’

Milei fascina a los jóvenes y a todos los argentinos que están hartos de lo ya conocido. Con una inflación del 115,6% y un peso devaluado, este economista heterodoxo ha capitalizado el voto bronco, el voto de los que clamaban “que se vayan” en 2001 y que 22 años después ahora culpan a los políticos de todos los males que les acechan. A la crisis económica se ha sumado una inseguridad creciente: la muerte de una niña al final de la campaña electoral tras robarle su mochila en Buenos Aires ha conmocionado al país.

Como otros populistas de ideologías variopintas, Javier Milei se hizo popular gracias a sus polémicas intervenciones en televisión. Primero fue personaje, provocador con sus tesis económicas rompedoras, y luego decidió lanzarse a la política. Para sus seguidores es una especie de estrella de rock y gran parte de su éxito se debe al apoyo de los jóvenes. Es rompedor como nadie. El lema que mejor le define: “No viene a guiar corderos, vine a despertar leones”.

Y como toda estrella que se precie Milei es un excéntrico. Vive con Conan, su mastín, al que considera su hijo, y sus clones, con nombres de los economistas a los que admira, Milton (Friedman), Murray (Rothbard), Robert y Lucas (Robert Lucas). Pesan 100 kilos cada uno. Su relación con Conan, el primero que tuvo, era tan cercana que durante una época él llegó a engordar hasta los 120 kilos por alimentarse de pizzas para que el can tuviera el mejor alimento posible. Incluso sostiene que se encontraron en el Coliseo romano: él era gladiador y Conan un león.

Aquellas penurias las pasó antes de hacerse rico y famoso. Se cotizaba bien como comentarista televisivo y conferenciante.

Dios, tarot y sexo tántrico

Adora a su hermana Karina, a quien llama El Jefe, y quien será primera dama en caso de que gane la Presidencia. Dice que es su Moisés, y él es solo su divulgador. Karina lee las cartas del tarot y es espiritista. Es Karina quien decide quién puede acercarse y quién no a su hermano. Es su asesora aúlica. Sin embargo, su relación con sus padres, él transportista y ella ama de casa, es muy mala. Asegura que sufrió maltrato físico y psicológico en el hogar, así como acoso en el colegio.

Estudió economía en la universidad de Belgrado, donde completó un máster. Hizo prácticas en el Banco Central, la entidad que pretende poner patas abajo. Trabajó asesorando al legislador Ricardo Bussi y fue el economista jefe de la Fundación Acordar, el think tank del entonces gobernador Daniel Scioli. Nada antisistema hasta entonces. Fueron años en los que llegaba por los pelos a fin de mes.

Cree que Dios le ha asignado su misión. Es otro punto en común con Donald Trump o Jair Bolsonaro. Se ven como los elegidos. Está convencido de que «el Uno» comparte su visión económica. “Dios es libertario”, sostiene. Aunque es católico, en los últimos tiempos se ha acercado al judaísmo. Estudia la Torá con el rabino Axel Simon Wahnish. Frecuentaba un terapeuta cada viernes (nada extraordinario para un argentino) hasta que falleció en la pandemia.

De su vida amorosa se sabe poco. Tuvo una relación con la cantante Daniela Mori, pero no prosperó. Mari guarda buen recuerdo de Milei, sobre todo por el apoyo que le prestó cuando su hija tuvo cáncer. Se presenta como un maestro en sexo tántrico.

Batalla cultural contra «la casta»

Cuando le preguntan por qué se lanzó al ruedo político, Milei contesta que vio que había llegado el momento de “librar la batalla cultural contra la casta, integrada por chorros, parásitos y ladrones a uno y otro lado de la grieta” (la división entre peronistas y antiperonistas en Argentina). Ese clamor contra todo le ha dado buenos rendimientos en las urnas.

Desde que ganó su escaño en las legislativas de noviembre de 2021, está determinado a llegar a la Casa Rosada, y ahora parece que este destino está a su alcance. Cumple 53 años el 22 de octubre, el día que se celebran las elecciones presidenciales. Confía en que sea su aniversario más feliz. Su locura da vértigo y es una clara consecuencia de la desesperación de una Argentina en permanente crisis.

Ana Alonso – Diario El Independiente

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