¿Qué normas y declaraciones internacionales protegen el secreto profesional de los periodistas?

¿Cómo se define el secreto profesional de los periodistas? Sobre este tema se han dado varias definiciones. El Consejo de la Comunidad Europea señaló que, “es el derecho del periodista a negarse a revelar la identidad del autor de la información al empleador, a los terceros y a las autoridades públicas o judiciales. Pero también es el deber que tiene el periodista de no revelar públicamente las fuentes de la información recibida de forma confidencial”.
Entre tanto, el Estatuto de la Federación de Asociaciones de Prensa de España lo definió cómo, “el derecho y obligación de los periodistas de mantener el secreto de identidad de las fuentes que le hayan facilitado información bajo condición expresa o tácita de reserva. Ello le obliga frente a su empresario y autoridades públicas, incluidas las judiciales y no podrá ser sancionado por ello ni deparársele ningún tipo de perjuicio. El periodista citado a declarar en un procedimiento judicial, civil o penal o de cualquier otra índole, podrá invocar su derecho al secreto profesional y negarse, en consecuencia, a identificar a sus fuentes, así como excusar las respuestas que pudieran revelar la identidad de las mismas”.
¿En qué normas jurídicas y declaraciones internacionales tiene protección el secreto profesional de los periodistas? En la Declaración Universal de los Derechos Humanos (art. 19), Convención Americana de Derechos Humanos (art. 13), Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (art. 19), Constitución Política del Perú (art. 2 inciso 18), Código de Procedimientos Penales (art. 141), Código Procesal Civil (art. 220), Declaración de Principios sobre Libertad de Expresión (art. 8), Declaración de Chapultepec 1994 (art. 2 y 3), Principios de Lima 2000 (art. 6 y 9) y la Declaración de Principios sobre Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (art. 8).
El secreto profesional de los periodistas no tiene en el país una ley específica como tiene México desde el año 2006 aprobado por su Asamblea Legislativa. Por lo tanto, hay un vacío legislativo en el Perú que merece una legislación especial, ya que es posible que cualquier autoridad pública o privada pueda denunciar a periodistas por supuestos excesos periodísticos, que podrían derivar en un proceso judicial. Por tanto, el juez no tendría una herramienta jurídica para analizar y evaluar si los hombres de prensa se pueden amparar en el secreto profesional cuando revela actos ilícitos o han transgredido el ordenamiento jurídico vigente. Es una tarea jurídica pendiente en el país de la prensa nacional y analizar si el secreto profesional de los periodistas tiene límites o es ilimitado.
¿Cómo resolvió el Tribunal Constitucional del Perú en su jurisprudencia los casos relacionados al secreto profesional? En el expediente 0134-2003 sobre Habeas Data en el fundamento jurídico 2, los magistrados constitucionales señalaron que, “el art. 2 inciso 4 de la Constitución, reconoce el derecho a la libertad de información mediante la palabra oral o escrita o la imagen por cualquier medio de comunicación social. Para el adecuado ejercicio de esta libertad, en su dimensión de comunicar información, los periodistas están protegidos por el art. 2 inciso 18 de la Constitución, que reconoce el derecho de guardar el secreto profesional. El Tribunal Constitucional estima que este derecho protege a los titulares de la libertad de comunicar información, en especial a los periodistas de cualquier medio de comunicación, por ello, no pueden ser obligados a revelar sus fuentes informativas”.
En el expediente 7811-2005 en un proceso de amparo, el Tribunal Constitucional en el fundamento 5 afirmó que, “el secreto profesional es una garantía para el ejercicio de determinada profesión u oficio, de modo que ninguna autoridad o poder público, en general, pueda obligar a entregar dicha información reservada para uso propio de la profesión. Esta garantía resulta fundamental cuando la profesión guarda estrecha relación con el ejercicio de los periodistas respecto a la libertad de información y expresión o de los abogados con relación al ejercicio del derecho de defensa, de modo que estos profesionales no puedan ser objeto de ningún tipo de presión de parte de sus empleadores, autoridades o funcionarios con relación a hechos u observaciones vinculadas al ejercicio de una determinada profesión u oficio”.
En resumen, el secreto profesional de los periodistas tiene amplia protección en normas internacionales, Constitución Política, legislación y jurisprudencia. Sin embargo, es oportuno precisar que ningún derecho es absoluto y excepcionalmente y los Estados pueden aprobar leyes que restrinjan derechos en casos de emergencia para proteger el honor de las personas, la seguridad nacional, el orden público, la salud pública, la moral pública y en casos de guerra, tal como lo faculta el artículo 13 y 27 de la Convención Americana de Derechos Humanos.
Finalmente, el principio fundamental del secreto profesional más alla del marco jurídico vigente, es un tema que tiene que ver con la etica profesional, donde se conjugan la libertad de abordar temas de interes publicos y denunciar actos ilícitos e inmorales ante la sociedad, evitando el libertinaje y sensacionalismo y emitiendo notas o reportajes con rigor periodístico. Eso supone, actuar con responsabilidad profesional y no ser irresponsable y asumir las consecuencias de nuestros actos.
Por lo tanto, los periodistas debemos ser conscientes que cada nota que emitimos al público, está de por medio nuestra credibilidad y prestigio profesional y del medio a quien representamos, por lo que debemos conducirnos con ética y rigor periodístico, contrastando las informaciones que recibimos antes de ser difundidas públicamente para evitar nuestro descrédito profesional. Debemos sopesar siempre el interés público antes que el interes privado o interes personal ante la sociedad a quienes todos nos debemos ya que ellos son el supremo juez quien nos juzga, bien reconociendo nuestros meritos o crucificándonos públicamente y sin piedad cuando no somos objetivos en las notas periodistas, reportajes o informes que emitimos.
Hugo Amanque Chaiña – Periodista y Abogado