La ausencia de un Plan de Desarrollo Rural con enfoque de territorio

Hugo Amanque Chaiñadiciembre 29, 202110min0
Hugo Amanque Chaiñadiciembre 29, 202110min0

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La ausencia de un Plan de Desarrollo Rural con enfoque de territorio

agrorural

Nuestro país por su carácter variado de múltiples características, entre los cuales destaca sus distintas condiciones de altitud, desde una costa desértica, con cercanía a los servicios, y donde están asentadas las mayores poblaciones urbanas. Por otro lado, el país nos presenta poblaciones rurales, ubicadas hasta en 4,000 msnm, con cultivos de baja productividad, y sin los servicios adecuados. Es decir, una marcada diferencia entre una población, que debería acercarse a la homogeneidad. Otra zona con graves problemas de desigualdad es la zona de selva.

En estos espacios se aprecia una limitada presencia del Estado, y si la inversión publica se presenta, lo hace con algunas pequeñas inversiones, que no satisface a la mayoría de habitantes. Se muestra un divorcio entre los sectores gubernamentales y las necesidades de los pueblos.

Este tipo de políticas, ha generado insatisfacciones de las familias rurales, y no solamente por las escasas inversiones, sino que muchas de estas no tienen mayor impacto en la población, al tratarse de enfoque sectoriales, con una participación mínima de las organizaciones locales, llámese municipios, asociación de agricultores, e incluso el sector privado.

Estos desequilibrios en América latina han llevado a la preocupación de organismos internacionales, como el IICA y la FAO, que recomienda la formulación de Planes de Desarrollo Rural con un enfoque de territorio, como respuesta a la necesidad de articular políticas públicas, identificando las características, edáficas, climáticas y de desarrollo tecnológico, donde se debe lograr reducir las brechas de bienestar en las áreas a intervenir.

Este tema de desarrollo Rural, no es novedad en nuestro país, pero su permanente concepción académica, ha limitado su implementación en el área rural. Se considera el Enfoque de Territorio, no como un espacio físico o geográfico, si no, como una interpretación, social, económica, ambiental y social, que dan origen a una identidad cultural de varias generaciones.

Se busca unas nuevas relaciones entre los actores sociales e instituciones de las poblaciones de un área determinada, y el sector gubernamental. Esta tarea no está limitada a la asignación de mayores recursos, distorsiona las características del territorio.

El Desarrollo Rural con enfoque territorial considera como eje fundamental en su propuesta la búsqueda de mejorar las interacciones entre los sistemas humanos, los sistemas productivos y los sistemas ambientales. Esta vinculación garantiza la sostenibilidad de carácter múltiple y la competitividad, en particular en el sector agrícola, como plataforma de lograr mayor bienestar a las familias.

Desde el punto de vista del enfoque territorial de Desarrollo Rural planteado por Alberto Renault Adib, del Instituto Interamericano de Capacitación para la Agriculturas, IICA, considera cuatro las dimensiones: Social-Cultural, Económica-Productiva, Ambiental y Político- Institucional

LA DIMENSIÓN AMBIENTAL

Por las características de nuestro territorio, este es un aspecto muy importante, por diversidad y por sus diferentes pisos altitudinales, esto se considera como una ventaja comparativa. Entonces, se presentan características estratégicas para construir modelos de desarrollo sostenible, de convivencia entre los mencionados recursos naturales, la viabilidad política, económica y social

La dimensión ambiental, no se limita a acciones de prevención, característica muy común en nuestro país, si no debería considerarse otro tipo de iniciativas, como el ecoturismo, definiendo corredores ecológicos; servicios ambientales; explotación equilibrada de los bosques; extender la cobertura vegetal de laderas y áreas de reserva y de preservación; recuperación de áreas degradadas, por problemas de drenaje y salinidad, y convertirlas en productivas; siembra y cosecha del agua, en beneficio de las poblaciones andinas, así como a las áreas aguas abajo.

LA DIMENSIÓN ECONÓMICA-PRODUCTIVA

Esta es una de las tareas más relevantes, por considerar que las condiciones en nuestro país, permite los ingresos económicos de los agricultores y grupos organizados. Conociendo las bondades edafoclimáticas en nuestro vasto territorio, y las potencialidades agronómicas de los cultivos, se tendrá que elevar la productividad, que es el comienzo para llegar a mejores niveles de competitividad. El mercado local, regional y del exterior nos podrá alentar su atención a lo que se tenga por demanda, así mismo, satisfacer los requerimientos alimenticios de las propias familias, en las diferentes zonas del país.

Por otro lado, es necesario la visión de cadenas productivas, que permita el eslabonamiento de todos los elementos necesarios, empezando por la organización de los productores, la identificación de cultivos con demanda en el mercado o que satisfaga las necesidades de su población, así como conocer el manejo tecnológico de los cultivos y del recurso hídrico, para alcanzar niveles de producción. Obtenida la cosecha, fortalecer la Postcosecha, actividad importante, para darle un valor agregado, y lograr un incremento de los ingresos de los productores. Otra tarea de la cadena es la comercialización, y atender de acuerdo a las características de los mercados locales o externos.

En el Perú, existe alguna experiencia de cadenas productivas, pero hay muchas dificultades en el eslabonamiento de ellas, o la ausencia de algunos factores relevantes En la dimensión Económica rural, hay que considerar otras acciones no menos importantes, como los sistemas mineros, turísticos, culturales, ambientales. Para ese efecto se requiere un soporte con mejoras de los servicios de salud, educación, vías de comunicación, innovación tecnológica, gestión empresarial, y la generación y transferencia tecnología.

Todo esto requiere un acompañamiento del gobierno, que no necesariamente se traduce en ejecutar obras sino el involucramiento de todos los actores en el campo. Esto incluye a la organización de los productores, a las universidades, las ONG, y las instituciones privadas.

DIMENSIÓN SOCIO-CULTURAL

En los enfoques de Territorio, la dimensión social, es un aspecto poco profundizado, pero importante si buscamos las equidades, para lo cual se deben promover los temas de género, de los segmentos etarios, y de etnia, más en un país con características multirraciales.

Esto incluye la satisfacción básica y necesaria de la población, como salud, educación, acceso a los servicios de agua, desagüe, vivienda, energía, entre otros, así como la preservación de las identidades y la herencia cultural

Según la UNESCO, la cultura “es el conjunto de rasgos distintivos, espirituales, materiales y afectivos que caracterizan una sociedad o grupo social. Ello engloba, además de las artes y las letras, los derechos fundamentales del ser humano, los sistemas de valores, creencias y tradiciones”

DIMENSIÓN POLÍTICO – INSTITUCIONAL

Es necesario la construcción de políticas territoriales, que involucren a las organizaciones gubernamentales, que actúan en campo, a pesar que en la mayor de veces participan en forma desarticulada, y duplicando esfuerzos, o dejando vacíos en su intervención. Por otro lado, ponderar la existencia de organizaciones locales, juntas locales, municipios, grupos organizados de agricultores, la empresa privada y los organismos no gubernamentales

En esta dimensión Político-institucional, se incorpora el concepto de Gobernabilidad, la promoción y el actuar de la ciudadanía, como eje principal de su desarrollo y satisfacción de sus expectativas.

Según el PNUD, sobre la gobernabilidad, … “implica la plena vigencia de los derechos humanos, sin discriminación, acceso a la justicia, prevención y gestión de conflictos, seguridad ciudadana, confianza en los políticos y un gobierno descentralizado, eficiente y transparente”. Remarcamos que en el país necesitamos un Plan Nacional de Desarrollo con enfoque de territorio hoy más que nunca.

Mg. Huber Valdivia Pinto – Libro Mejorar la Competitividad en el agro nacional

Hugo Amanque Chaiña


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