Con motivo de la celebración del Día Mundial de la Estadística, que la Asamblea General de la ONU creó el año 2010 con la resolución 64/267 que designó cada 20 de octubre como el “Día Mundial de la Estadística”, contamos cómo las aplicaciones de esta rama del conocimiento, son una importante herramienta en los campos más variados de la actividad empresarial. La estadística es uno de los motores de la mejora de la toma de decisiones en la gestión empresarial, ya que una mayor cultura estadística en la empresa, se traduce en mejoras en la interpretación y manejo de los datos y la información

El diccionario de la Real Academia Española define la estadística como la “rama de la matemática que utiliza grandes conjuntos de datos numéricos para obtener inferencias basadas en el cálculo de probabilidades”. De hecho, es algo más que todo eso: aúna probabilidad, descripción, análisis, inferencia, predicción y otros muchos conceptos que, todos juntos, conforman un instrumento de gran utilidad.

Hasta no hace tanto, casi podríamos decir que, prácticamente, era la rama del conocimiento dueña y señora de los datos. Últimamente, comparte protagonismo con otras técnicas con enfoques más computacionales (como el big data), pero ello no le hace perder ni un ápice de su interés en una era en la que los datos se han convertido en uno de los grandes motores económicos. Aplicaciones no le faltan. Big data. No todo es computación en el big data. La estadística tiene mucho que aportar. Ya desde el comienzo, es capaz de estudiar las propiedades de los datos para saber hasta qué punto merece la pena procesarlos de un modo u otro a través de sofisticados medios informáticos. Posteriormente, vuelve a ser una herramienta muy importante en la fase de análisis de los datos. La estadística tiene un poder interpretativo que ayuda a llegar a conclusiones a partir de datos masivos.

Control de calidad. El control de calidad podría ser muy complicado si hubiésemos de analizar uno por uno cada bien o servicio que se produce. Sería una tarea costosa y, en muchos casos, imposible, ya que no es raro que exija un análisis minucioso de las piezas que implique su deterioro o destrucción. Sin embargo, sí es posible emplear una muestra y, a través de métodos estadísticos, extraer conclusiones para el conjunto de la producción. Podemos, así, saber cuál es la probabilidad de que esté afectada por algún tipo de problema. Incluso, gracias a la estadística podemos saber hasta dónde debe llegar la profundidad de los exámenes si queremos garantizar una determinada calidad o minimizar las probabilidades de ciertos riesgos.

Predicción. La estadística provee herramientas para la predicción. Gracias a ello, podemos realizar cálculos de lo probable que es que una variable se encuentre dentro de un rango de valores en un determinado momento o que alcance unas determinadas cifras en función del comportamiento de otras variables. Igualmente, podemos predecir lo probable que es que un atributo sea de una forma u otra. Todo ello es una materia prima muy valiosa para la planificación y la presupuestación. Permite no solamente tomar referencias de futuro, sino también disponer de información acerca de su fiabilidad.

Finanzas. Gran parte de las finanzas giran alrededor de conceptos estadísticos. Dos de los más importantes son la rentabilidad esperada y el riesgo. Igualmente, cuando hablamos de flujos de caja, normalmente hablamos de estimaciones estadísticas sobre cobros y pagos esperados. La estadística, por tanto, aporta una base real, apoyada en datos, a la imprescindible proyección temporal de las finanzas. Facilita que las empresas pueden realizar presentaciones y análisis sobre elementos objetivos.

Investigación de mercados. En los estudios de mercado es muy importante analizar muestras adecuadas. Una de las formas para decidir cómo obtenerlas es a través de métodos estadísticos. Con ello logramos que los datos extraídos de una pequeña parte de la población nos valgan para extraer conclusiones sobre el conjunto. Otra técnica interesante es la de los paneles de consumidores, en los que las mismas personas son consultadas a lo largo del tiempo. Con ellos, se logran algunas mejoras en las estimaciones.

Selección del personal. Los test psicométricos empleados en selección de personal para estudiar las habilidades sociales y emocionales, la inteligencia y aptitudes y otros muchos aspectos de interés sobre los candidatos están fundamentadas sobre métodos estadísticos. Una vez más, la estadística no solamente provee fórmulas para transformar datos en instrumentos de decisión. Además, permite analizar las propiedades de los métodos empleados, conocer sus limitaciones y examinar alternativas y posibilidades de mejora. Análisis estratégicos.  Cuando tenemos que plantear nuestras decisiones teniendo en cuenta la evolución del entorno y las reacciones de los demás, también es habitual el empleo de la estadística. Se utiliza, fundamentalmente, cuando existen determinadas faltas de información. En ese sentido, dos conceptos tan importantes para el diseño de estrategias como la incertidumbre y el riesgo hunden sus raíces en la estadística. En definitiva, nos permite saber a qué nos podemos enfrentar y a comprender las limitaciones de la información que manejamos.

Análisis del entorno. La estadística nos provee herramientas de uso común en el análisis de entorno interior y exterior de la empresa como los índices y las tasas de variación. Además, en algunos casos su propia confección puede requerir del empleo de técnicas estadísticas, como sucede cuando hay que realizar previsiones sobre su evolución futura. Es, por tanto, una fuente de puntos de referencia. Sin la estadística, el gestor empresarial tendría mucho más complicado saber cómo van variando todos aquellos aspectos que han de influir en las decisiones que haya que tomar. No sabría si lo que observa es mucho o poco, bueno o malo, mejor o peor de lo esperado, de lo que es común entre la competencia, etcétera.

Los citados son solamente algunos ejemplos del ingente número de aplicaciones de la estadística al mundo empresarial y con mayor en la gestión pública o gobernanza pública. Ello nos debe mover a una doble reflexión. Por un lado, no es raro que a muchas empresas les interese contratar profesionales expertos en este campo. Por otro, es necesario promover un perfeccionamiento de la cultura estadística de todo tipo de empleados, ya que ello permite una mejor interpretación de las posibilidades, limitaciones y alcance de la información estadística.

 Gonzalo García Abad – SAGE ADVICE