Racismo y Política en el Perú
Ante las calificaciones racistas de una parlamentaria sobre la persona de un ex ministro Primer Ministro de la República, Vicente Zevallos, ocurrido hace unos días en nuestro país, nos obliga a reflexionar y llamar la atención del pueblo peruano a hacer un ejercicio mental sobre lo que acontece con nuestras autoridades.
En primer lugar, pedir las disculpas a la república de Bolivia por haber sido maltratado su respetable población por una congresista de la república del Perú, Martha Chávez, referente al rostro andino y porque la ignorancia, la exclusión y el racismo, está en todas partes y en todos los niveles de un Estado como en el Perú.
Esta frustración del Perú, tiene una raíz, una causa que se encuentra en los rezagos de la criollada aposentada en el litoral de la costa, en la capital limeña, que vive a espaldas del verdadero pueblo de los Andes y de la Amazonia. Son los resentidos de la peruanidad. Son los culpables y promotores de un racismo escondido en agravio de los aborígenes andinos y la población de color. Son causantes de la marginación y la exclusión de los campesinos migrantes en la capital de almagristas y pizarristas, que es la portada elocuente de un país dividido, fragmentado y sin horizonte.
Estas virtudes y desechos humanos de que estamos hablando, directa y descarnadamente de nuestro Perú, nos señalan que debemos prepararnos con una gran fuerza moral, para diseñar una política alternativa que reemplace al actual sistema imperante para generar una democracia social de participación productiva.
La celebración del Bicentenario de la Independencia Nacional del Perú (2021), solo servirá para celebrar las frustraciones: Una economía precaria que amamanta la pobreza generalizada en la población rural y urbana. Socialmente enfermo, donde se esconde la marginación del cholo peruano; el racismo que corroe todos los días la imagen del hombre del Ande, la exclusión ya venal en la administración pública y privada, así como la ignorancia de algunos parlamentarios como en este caso.
Asimismo, un bicentenario que exhibe una crisis política con pequeños movimientos regionales que crecen cada día y partidos políticos fracasados sin principios ideológicos, sin programas de gobierno encumbrando cada vez las ideas raquíticas de sus caudillos. Los problemas y necesidades de ayer siguen siendo los problemas de hoy, con una descentralización enfermiza por obra y gracia del centralismo limeño alimentado por la criollada capitalina, muy bien calificados desde la colonia española como los “forasteros limeños”, porque siempre fue aposento de los migrantes europeos y ahora, hasta los provincianos olvidan sus raíces mendigando una posición social.
Lamentablemente, el Perú está fragmentado física y mentalmente: la enorme población andina por un lado y la criollada limeña migrante, que hace mucho daño al desarrollo integral de nuestra patria. La “política brutal”, como lo han editorializado, es la ausencia de ideas, es la ignorancia que ha llevado al desarrollo de los partidos políticos y que han sembrado en la población un pésimo conocimiento de lo que es la ciencia política, de lo que es hacer ejercicio político. La agresión de una parlamentaria debe ser castigado por la población andina con el desprecio a la autora.
Fortunato Turpo Choquehuanca – Doctor y Profesor investigador de la UNSA