El abogado y especialista en gestión pública, Jorge Sumari Buendía, afirmó que el gobernador regional, Elmer Cáceres Llica, debería pedir licencia al cargo por 30 días ante el Consejo Regional por decoro político y para evitar un costo social de enfrentamiento con la sociedad arequipeña, debiendo asumir la gubernatura regional el vice gobernador, Walter Gutiérrez, ya que la población acusa a Cáceres como principal responsable político del alto número de fallecidos que llego a 720  fallecidos y más de 31 mil contagiados en la blanca ciudad según la Gerencia Regional de Salud.

Sumari Buendía precisó que los procesos de suspensión del gobernador regional y de vacancia , son muy burocráticos de acuerdo a la ley orgánica de gobiernos regionales  27867 que señala que la petición debe cumplir algunas causales que deben ser debatidas por los consejeros que tomaría algunas semanas definirse, debiendo notificarse previamente a Cáceres Llica para que asuma su defensa, no procediendo la renuncia al cargo como solicitan algunos gremios y colectivos ciudadanos, ya que los cargos públicos son irrenunciables por mandato legal y los procesos de revocatoria se han postergado por decisión del Jurado Nacional de Elecciones ante la pandemia sanitaria en el país.

El abogado agregó que, si bien es cierto que Cáceres Llica fue multado económicamente por un juez judicial por no aplicar oportunamente un plan de mitigación contra el COVID 19 en Arequipa, esa sentencia no sería condenatoria ni por delito doloso, por lo que difícilmente podría argumentarse como causal para exigir su renuncia al cargo. Sumari refirió que el gobernador regional cometió múltiples errores en la gestión ante la pandemia sanitaria, ya que no midió el impacto mundial del virus ni tuvo reflejos para actuar rápidamente ante el avance del COVID 19 en Arequipa, no tuvo un equipo técnico calificado que lo oriente para enfrentar el virus mortal y tuvo mucho tiempo desde marzo hasta julio mejorar la gestión sanitaria, por lo que hoy se ha descalificado como autoridad regional, ya que nunca estuvo preparado para conducir el gobierno regional de Arequipa que después de Lima es el más importante en el interior del país.

Finalmente, al ser interrogado si el Consejo Regional asumió su rol de control político al gobernador regional en la pandemia sanitaria, Sumari Buendía, remarcó que ese órgano político tuvo un papel de impacto publicitario por parte de algunos consejeros regionales, pero no asumió el control político de la gestión regional con resultados concretos, ya que en 18 meses no hay ningún acto de sanción o de fiscalización evidente ante la ciudadanía. Concluyó señalando que eso sucedió porque la mayoría de consejeros regionales tienen poca preparación política y de gestión pública y fueron opacados incluso por el Comando COVID jefaturado por un militar que impuso el gobernador regional, restándole protagonismo al Consejo Regional que estuvo ausente en el control sanitario y político al gobierno regional de Arequipa desde enero 2019 a julio 2020.