El Dique de relaves de Toquepala, un ejemplo a seguir
Si en 1956, año en el que la mina de Toquepala inició sus trabajos de desbroce de 240 millones de toneladas de roca y tierra, las cuales no hubieran sido arrojadas en un botadero y mejor aprovechadas para rellenar las numerosas quebradas en su entorno para construir bancales o diques de contención de agua de avenidas, tendríamos hoy verde el desierto circundante, detenido y mitigado los efectos dañinos causados por los torrentes. Si hubiéramos tenido la visión integral de protección y convivencia ambiental con la naturaleza, tendríamos una cultura ambiental armoniosa entre todos los sectores económicos que habitan este territorio tan querido, evitando el daño que por largos años hemos sufrido.
Para evitar que los relaves llegaran al mar de Ite, la empresa minera tuvo que construir una presa de retención de relaves en un área circundante a las quebradas Cimarronas, que le está sirviendo para Toquepala y Cuajone, se espera que Quellaveco, que está al medio, haga lo mismo. Lo interesante de este dique, que es una estructura sencilla, utiliza materiales de la zona, es económica, de crecimiento progresivo y fácil monitoreo, operación y mantenimiento, que en este caso es realizado por terceros que prestan servicios a la mina. Otro aspecto que queremos resaltar, es que puede ser replicable, en circunstancias iguales o parecidas a lo largo de toda nuestra Cuenca del Pacífico, con los añadidos y particularidades tecnológicas y ambientales de cada lugar.
Resaltaremos algunos aspectos interesantes de esta presa: 1. Es un dique o bancal que se construye progresivamente. Primeramente, se coloca un “dique base inicial”, con materiales del entorno. Luego con los sedimentos acopiados, se sigue sobre elevando progresivamente el dique; 2. Los manantiales que afloran, aguas abajo de la presa, al discurrir por un substrato alcalino, neutraliza parcialmente la acidez del agua, que es utilizada por colonos asentados para irrigar este desierto; 3. La retención de estos lodos, ha permitido recuperar la Bahía de Ite, convirtiéndola en un santuario ecológico; 4. Nos ha mostrado el surgimiento de problemas secundarios, que pueden enmendarse y/o convertirlos en fortalezas según la finalidad que nos interese, por ejemplo, la acidez de las aguas de relave, la cual puede ser aprovechada para el cultivo de Arándano. En el desierto de Villacurí, en Ica, se está produciendo Arándanos, el único cultivo de exportación que requiere substrato ácido. Con buenas prácticas agronómicas y la tercerización de actividades, ha posibilitado que una empresa especializada brinde el servicio técnico de preparación de substrato para macetas, que hacen posible la utilización de suelos misceláneos.
La empresa también asesora la preparación de los caldos ácidos para el fertiriego (por su costo y eficacia, han sustituido el ácido fosfórico con el ácido sulfúrico con excelentes resultados). Lo curioso y anecdótico al comentar en este caso, es que la arena silícea de relave depositada en el talud de reposo del dique a sotavento, simula el lomo de una duna migratoria, como en las dunas naturales que existen en el entorno, y el viento la trata como Proyecto Integral Tambo Sur 2 a todas las dunas regresionando a barlovento las arenas silíceas del relave. Este fenómeno natural puede ser corregible científicamente, amigable con el ambiente y a un bajo costo, sin recurrir a mallas o mantos de plástico, como se vienen haciendo en las minas del centro del país.
Un lugar inmediato donde puede replicarse esta técnica constructiva, es en la cuenca del Siguas para las presas necesarias de Tacne, LLuta, Petaqueros y Huasamayo, con las debidas precauciones de: núcleo arcilloso; compactación con el grado proctor apropiado; y un vertedero de demasías regulable tipo “morning glory”. La sobreelevación progresiva se debe de hacer aprovechando los escombros de excavación de los túneles para las cámaras de carga de las CCHH de LLuta y LLuclla. Este sistema constructivo puede ser utilizado por el mismo grupo empresarial en sus otras minas, como Tía María para sembrar Arándano en las pampas de Cachendo y Yarando, dando ocupación y mejorando la calidad de vida de toda la provincia.
Julio Velasco Linares – Ingeniero Agrónomo