La importancia del testeo del COVID-19
Las pruebas COVID-19 son una de nuestras herramientas más importantes en la lucha para frenar y reducir la propagación y el impacto del virus. Las pruebas nos permiten identificar a las personas infectadas, guiando el tratamiento médico que reciben. Permite el aislamiento de los infectados y el rastreo y cuarentena de sus contactos, y puede ayudar a asignar recursos médicos y personal de manera más eficiente. Además, las pruebas para COVID-19 también informan nuestra comprensión de la pandemia y los riesgos que presenta en diferentes poblaciones.
En ese sentido, surge la necesidad de evaluar los datos referentes al COVID-19, sin los datos sobre COVID-19 no podemos entender cómo está progresando la pandemia, no podemos responder adecuadamente a la amenaza; ni como individuos ni como sociedad. Tampoco podemos saber dónde están funcionando las contramedidas contra la pandemia. Por lo tanto, se necesitan datos creíbles sobre las pruebas para evaluar la confiabilidad de los datos que nos informan sobre la propagación de la pandemia.
Ante esta necesidad, el Gobierno peruano ha ido mejorando la presentación del número de casos y pruebas aplicadas frente al COVID-19 de manera desagregada en las diferentes regiones del Perú. Para realizar un análisis correcto, es necesario conocer la fuente de datos del MINSA, es recomendable analizar las pruebas que se realizan diariamente y qué tipo de pruebas se aplicaron. En nuestro país se muestra la evolución diaria de pruebas aplicadas donde se aprecia claramente que el número de pruebas diarias en las últimas semanas han aumentado en 12 veces respecto a las primeras semanas. En las primeras semanas se muestreaba alrededor de 1000 pruebas diarias en promedio, este número era bajo debido al tipo de prueba que se utilizaba.
Se aplicaban principalmente pruebas moleculares (PCR), las cuales tienen una sensibilidad y especificidad de 100% (significa que en promedio de 100 personas que den positivo, 100 serán realmente positivas de COVID-19, y que, de 100 personas negativas, las 100 serán realmente negativas), pero tardan varios días dependiendo del individuo analizado. Ante esta situación, el Gobierno solicitó la compra de pruebas serológicas o rápidas (PR) para aumentar la capacidad de testeo del COVID-19, las cuales tardan solo minutos en dar el resultado. Por lo que en las últimas semanas se ha incrementado el número de testeos a 12 000 pruebas diarias en promedio. No obstante, la aplicación de las PR ha sido ampliamente cuestionada debido al grado de confiabilidad de los resultados.
Ante ello el MINSA dio a conocer el grado de sensibilidad de las pruebas, estas tienen una sensibilidad del 91.8%, que es menor a las pruebas PCR, y una especificidad de 96.4%. Por lo tanto, para realizar inferencia de la confianza de los datos, se debe de aplicar este factor del 91.8% y 96.4% sobre los casos positivos y negativos. Cabe resaltar que el número de PCR procesadas diariamente son la décima parte de las PR en las últimas semanas, además, el número de pruebas PCR no muestran un incremento diario significativo como las PR, esto es debido a restricciones tecnológicas de capacidad que presenta el Perú, es decir, no contamos con suficientes laboratorios para procesar mayor cantidad de PCR.
Por otra parte, necesitamos saber la cobertura de pruebas y este indicador permite conocer la cobertura de la prueba. En diferentes países, vemos una enorme variedad en la cobertura de pruebas. En Islandia se han realizado más de 130 pruebas por cada mil personas, mucho más que en cualquier otro país. No obstante, en la India, la cobertura de las pruebas es muy baja: solo 0.4 pruebas por cada mil personas. En el Perú se muestra que el indicador de cobertura es de 7, esto significa que se han testeado a siete personas por cada mil personas. Este número es ligeramente menor frente a Chile, pero muy por debajo que países avanzados como Alemania, España e Italia. Este indicador refleja la necesidad de testear a más personas para poder tener un mejor control de dónde se encuentran los focos infecciosos y aplicar los procedimientos adecuados de cuarentena.
Con base a la desagregación de los datos del MINSA se puede calcular la cobertura sobre las regiones del Perú. Dentro de las regiones que tienen más cobertura por las pruebas del COVID-19 son: Madre de Dios (22) Lima (14), Moquegua (9.5). Para la región Arequipa se tiene un indicador de cobertura de 5, es decir, por cada mil personas solo se testea a 5, ocupando la posición 10/25 en cobertura a nivel de las regiones.
Por lo tanto, en la región Arequipa se necesita una mayor intensificación en el testeo de potenciales casos COVID, por otra parte, los datos de casos positivos que al 26 de abril suman 396, de los cuales 229 son PR y 167 PCR, necesitándose un ajuste por el grado de sensibilidad de las pruebas PR, así como los casos negativos deben ser ajustado por la especificidad PR.
Debido a que los indicadores de pruebas diarias están parcialmente sesgados por las razones mencionadas, es recomendable tomar en cuenta la capacidad del sistema de salud que se refleja en el número de camas UCI y pacientes atendidos. No obstante, un indicador sencillo de vigilar es el promedio cada 5 días del número de personas que han fallecido diariamente. Si este indicador se acelera, entonces será un indicador de que el sistema de salud está por colapsar; por lo tanto, no es un buen momento para dejar la cuarentena. La evolución de los nuevos fallecidos cada 5 días en promedio, en las primeras semanas se muestra una alta velocidad de nuevos decesos por coronavirus. Sin embargo, en los últimos días esta velocidad se ha ido desacelerando debido a la mayor ampliación de centros de salud y respuestas del gobierno. Lo ideal es que esta velocidad de fallecidos tiendan a ser 0, de modo que será un indicador que el sistema de salud tiene capacidad para afrontar la pandemia y poder reabrir parcialmente ciertos sectores productivos.
Paulo Chavez Condori- Economista