Pandemia Eurocentrica y Selectiva: De la Tragedia a las Oportunidades
En pleno verano de 1948 (febrero) apareció uno de los escritos políticos más influyentes en Europa y se inicia con el siguiente anuncio: “Un fantasma recorre Europa: el fantasma del comunismo; contra este espectro se han conjurado en santa jauría, todas las potencias de la vieja Europa, el Papa y el zar, Metternich y Guizot, los radicales y los polizontes”. Ese fantasma debería sepultar al sistema capitalismo con una revolución (socialista) triunfante y de justicia para los pobres y explotados; de castigo para los ricos y explotadores. En la misma línea de reflexión posteriormente otro clásico marxista, suscribía que el capitalismo cavaría su propia tumba, sería victima de su propio progreso
Para algunos no será pertinente la referencia comparativa, pero lo cierto es que este verano del 2020 aparece un nuevo y distinto fantasma como es el COVID-19, un virus pandemico distinto que los anteriores, otro tipo de mal endémico que no tenía distinción de país ni de estrato, clase social ni realeza alguna, como el cólera que se extendió particularmente en los sectores populares. Sin duda, el progreso, el crecimiento de la población, los nuevos modos y modelos de producción y consumo, estilos de vida que ha generado este capitalismo moderno denominado proceso de la globalización, ha trascendido los viejos estilos de explotación y de relaciones sociales entre los pobres y los ricos, entre los trabajadores y los empresarios.
La clásica lucha de clases que pretendía enfrentar y superar ese viejo fantasma del comunismo o del socialismo para algunos sigue siendo una apuesta y para otros, una ilusión perdida e inviable, porque las clases de las alturas jamás pierden, siguen triunfantes, paseando y disfrutando por el mundo. El Papa Francisco I, advirtió en su encíclica “Laudato Sl” : Esa alianza perversa entre tecnología y economía de Los poderes económicos continúan justificando el actual sistema mundial, donde prima la voracidad y el desenfreno de la explotación de recursos , la especulación, la renta financiera tienden a ignorar el sentido de la existencia de la dignidad humana.
Si no se impuso y triunfó la acción social, será la propia naturaleza que se encarga de asustar y golpear a los intocables. Para los creyentes cristianos y de otras tiendas religiosas, es un castigo de Dios y una maldición anunciada en los escritos de la biblia. La pandemia del COVID-19 de manera perversa y selectiva, la emprendió con sectores de las clases medias y acomodadas, no empezó por Europa, sino por la legendaria socialista China, Europa., EE. UU, para expandirse por todo el mundo.
Así como se extendió el colonialismo, el capitalismo auto centrado y etnocéntrico a nivel mundial en un mundo globalizado, hoy toca soportar la pandemia del Coronavirus COVID-19, hija de ese proceso de globalización que no distingue nacionalidad, pero si aparece “selectivo” porque ha escogido como víctimas, a clases medias y acomodadas “con estatus” con capacidad adquisitiva que disponen de tiempo libre para viajar.
Para el COVID-19, la población vulnerable es la de tercera y cuarta edad, precisamente en estos países que han exportado y diseminado esta pandemia por razones de transición demográfica donde los servicios de salud, la baja tasa de natalidad, y la capacidad adquisitiva ha dado lugar a una mejora sustantiva de la esperanza de vida, por lo que, cada día son pocos los niños más o menos los jóvenes y la mayoría se va acrecentando en una población añosa y jubilada. No solo de la tercera edad que supera los 65 años, ahora se suman los de la cuarta edad que supera los 80 años con males de la propia vejes que los hace vulnerables.
El Perú transita hacia ese horizonte, pero aun prevalece la clásica estructura etaria donde los niños y jóvenes son la mayoría. Bajo estas consideraciones, evidentemente no se resta la trascendencia y los males que se ocasionan en el Perú y toda América Latina. Pero si podemos ver la diferencia de las ventajas y desventajas del mayor castigo y vulnerabilidad. Frente este escenario de tragedia e incertidumbre, por la cuarentena a nivel mundial para enfrentar esta pandemia del COVID-19, sin lugar a dudas las consecuencias van a ser insospechadas en la paralización y depresión económica en todos los sectores de la economía, la retracción laboral y una demanda crítica angustiada por el sustento diario y por la supervivencia de ancianos y jubilados y la población en general
Pero este escenario, también es la oportunidad para una serie de servicios como los de salud y aprovecharan la ocasión de la “acción” forzada del estado y el sector privado de apoyar los servicios de salud para enfrentar esta pandemia y superar la crítica situación, de infraestructura, equipamiento y recursos humanos. Definitivamente los servicios de salud deben tener otro perfil y comportamiento
La población en incertidumbre y asustada, debe mantener distancia, con hábitos de limpieza, no descuidar el lavado de manos, los nuevos estilos de saludos, la relación cara a cara y los nuevos estilos de socialización inmediata entre nosotros, ya tiene que cambiar por la fuerza y la razón debe convertirse en costumbre cotidiana. Bien acertada la expresión que hoy por hoy, hay que virilizar la cultura ambiental de la gente
También son los momentos oportunos para el compartir y disfrute familiar. Los hogares donde los padres salen a trabajar y dejan a sus pequeños durmiendo y retornan después de 10 horas laborales por la noche y también los encuentra dormidos descansando, esperando el fin de semana para compartir. Grata sorpresa para estos niños de compartir en familia alegrías y enojos, ambiente y calor familiar producto de esta cuarentena que no se esperaba.
Definitivamente el comienzo del año 2020 sin lugar a dudas, marcará un hito de cambios sustantivos en todas las dimensiones de la vida social y familiar e institucional de todos los pueblos del mundo.
Eliseo Zeballos Zeballos – Sociólogo y Docente Universitario