La Basílica Catedral de Arequipa
La Catedral de Arequipa es el templo y la joya arquitectónica más importante de la blanca ciudad por varias razones. Por ser sede de la jerarquía eclesiástica de la diócesis: Arzobispo y Cabildo Metropolitano y porque su existencia está ligada a la historia misma de la ciudad que siglos atrás soportó violentos terremotos y se reconstruyó. Asimismo, por su majestuosa presencia en la Plaza Mayor de Armas que es otra de las joyas arquitectónicas que hemos heredado de nuestros antepasados que la convierten en uno de los símbolos de Arequipa que atesora entre sus muros, la fe de un pueblo mayoritariamente católico y porque forma parte del Centro Histórico de Arequipa declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad, por la UNESCO el año 2001.
Nuestra Catedral es considerada como el mejor monumento religioso del siglo XVII y su construcción se efectuó con piedra de origen volcánico y bóvedas de ladrillo. Es considerado como el santuario principal de los arequipeños, ocupando todo el lado norte de la histórica Plaza de Armas de Arequipa, siendo construida totalmente en sillar, exhibiendo un estilo neo renacentista con cierta influencia gótica. Su fachada está constituida por setenta columnas con capiteles corintios, tres portadas y dos grandes arcos laterales. Está rematada por dos altas torres renacentistas y estilizadas y en su interior se encuentra el altar mayor, construido con mármol de Carrara, construido por Felipe Maratillo.
En su nave central destaca el púlpito tallado en madera de encina por el artista Buisine Rigot, en Francia. Al fondo, hay un órgano de origen belga y la capilla del Señor del Gran Poder es muy frecuentada por los arequipeños. La construcción se inició el año 1541 cuando pertenecía a la parroquia el Ilustrísimo Señor Obispo del Cusco, don Fray Vicente Velarde. Inicialmente se denominó Iglesia Mayor en 1558 y en 1656 tuvo la denominación de Catedral, manteniéndose con el mismo nombre en 1726 y en 1784. El alcalde de la ciudad, Miguel Cornejo, en septiembre de 1544, asignó el terreno que hoy ocupa para la construcción de la Catedral. El 22 de enero de 1583 Arequipa soportó un violento terremoto que destruyó la iglesia a escombros.
En 1590 se inició su reconstrucción y la tarea se encomendó a Gaspar Báez. Pero, en febrero de 1,600, se registró una violenta erupción del volcán Huaynaputina de Omate que, junto a una lluvia de cenizas, destruyeron parte de la estructura de la Catedral. En 1604 otro terremoto destruyó por completo lo que restaba de la estructura. Recién en 1,609 el Papa Paulo V emite la Bula Papal creando la Diócesis de Arequipa. Fue el 27 de enero de 1621 cuando el gobierno municipal le asignó a Andrés de Espinoza la responsabilidad de reconstrucción de la Catedral, quien falleció en 1628. Recién el año 1656 se concluyó la construcción de la catedral de Arequipa.
El año 1,666 se registró otro terremoto que dejo daños y perjuicios, pero no daños estructurales, por lo que la reconstrucción comenzó de inmediato. Posteriormente, en 1,668, en 1,687 y en 1,784 se registraron otros terremotos en Arequipa que causaron daños, pero no se dañó la estructura de la Iglesia Mayor por lo que tuvo que comenzar nuevamente su reconstrucción. Los historiadores afirman que el 01 de diciembre de 1844 se registró un incendio en la Catedral que destruyó varias partes de la iglesia y muchas pinturas, esculturas y muebles, así como bóvedas y pilares. Fue el 15 de diciembre de 1844 cuando se reinician las obras de reconstrucción, bajo la dirección del obispo José Goyeneche y la dirección técnica fue encomendada al arquitecto Lucas Poblete.
En 1850 el obispo Goyeneche encargó la producción de varias joyas y piezas para adornar la Catedral al joyero español Francisco Moratilla. Los sobrinos y familiares de Goyeneche, regalaron a la Catedral el altar mayor que fue instalado por un arquitecto italiano de apellido Guido. Fue en 1854 cuando se instaló el reloj de la torre, realizado en Inglaterra, la música de órgano y 12 esculturas gigantes, de madera y de los apóstoles, todas hechas en Bélgica. En 1879 se instaló el púlpito, realizado en Francia, gracias al embajador del Perú en Francia, Juan Mariano de Goyeneche.
El 13 de agosto de 1868 se registró otro violento terremoto en Arequipa que destruyó varias partes de la Catedral, entre ellas, las torres, parte del portal principal, algunas de las fachadas, arcos y algunos altares. Gracias al Obispo y la familia Goyeneche y bajo la dirección técnica de Lucas Poblete, las dos torres y la fachada de arcos fueron reconstruidas. En el siglo XXI, el 23 de junio del año 2001 el sur de Perú fue sacudido por un terremoto de grado 8.1 en la escala de Richter que daño nuevamente la Catedral ya que la torre izquierda fue destruida y la torre derecha sufrió daños graves. Fue la gestión municipal del alcalde provincial, Dr. Juan Manuel Guillén, quien ordenó la restauración de dichas torres, que formaban del entorno monumental de nuestra Plaza de Armas de Arequipa, entregándola a la ciudad de Arequipa el 15 de agosto del año 2,002 en el aniversario de la ciudad blanca. Nuestra Basílica Catedral de Arequipa es una de las 70 iglesias en el mundo autorizadas a desplegar el estandarte del Vaticano.