Un Acuerdo Regional por el V Centenario de Arequipa
Dos experiencias de planificación exitosa se dieron en Arequipa en el siglo XX. La primera, cuando fue Alcalde Provincial el Dr. Julio Portugal en 1940 al recordarse el IV centenario donde se proyectó y construyó el Teatro Municipal, Estadio Melgar y el Aeropuerto Rodríguez Ballón, obras que hoy en el siglo XXI aún perduran. La segunda experiencia exitosa fue en la década del sesenta, luego que nuestra ciudad soportará sucesivos terremotos. Se constituyó la Junta de Rehabilitación y Desarrollo que integraron 15 delegados de las instituciones más representativas de Arequipa y el parlamento aprobó una ley del 1% del impuesto ad valoren sobre las importaciones del país lo que permitió financiar la construcción de múltiples obras.
Entre ellas, la represa del Fraile, Puerto de Matarani, Variante de Uchumayo, Cemento Yura, Central Hidroeléctrica de Charcani, Coliseo Arequipa, Parque Industrial Apima y el Banco del Sur, etc. Esos logros se concretaron porque tuvimos tres cosas a nuestro favor: Peso político en el Parlamento con brillantes diputados, financiamiento para la ejecución de las obras proyectadas apoyados por el gobierno nacional y el coraje y pundonor de los arequipeños para sobreponernos a las adversidades de los terremotos. Ya en el siglo XXI continúanos manteniendo el coraje y civismo mistiano que hemos heredado de nuestros antepasados, lo que se evidenció en el Arequipazo del 2002 para impedir la venta de EGASA en el gobierno de Alejandro Toledo.
Sin embargo, en infraestructura pública y servicios, estamos retrasados y en los últimos años hemos fracasado en la ejecución de obras impostergables. En la municipalidad provincial el SIT sigue siendo un sueño y en el gobierno regional Proyecto Majes Siguas II sigue postergado por la incapacidad del gobernador y sus funcionarios. El instrumento de gestión más importante de Arequipa como es el Plan de Desarrollo Metropolitano, no se está respetando a plenitud al igual que el Plan Regional de Desarrollo Concertado.
En conclusión, en planificación provincial y regional, estamos estancados en el último decenio y hay un divorcio entre las autoridades distritales, provinciales y regionales de Arequipa, mientras que las universidades, colegios profesionales y organizaciones sociales marchan por su lado. Mi impresión personal es que estamos divididos políticamente, ideológicamente e institucionalmente. Percibo que no hay puntos de unidad y convergencia entre los arequipeños.
No podemos continuar aislados y divididos y sin puntos de convergencia común. Tenemos que hacer un esfuerzo en trazar hoy el horizonte para las próximas décadas. Nuestro objetivo común debe ser llegar al 2040 como una ciudad modelo ante el país, cuando ese año nuestra Arequipa cumpla su quinto centenario de fundación española. El censo nacional de población y vivienda del año 2017 realizado por el INEI informó que en Arequipa teníamos más de un millón trescientas mil personas. Con seguridad que el 2040 año nuestra ciudad superará los tres millones de habitantes convirtiéndonos en una mega ciudad, lo que implica múltiples retos y desafíos.
Por lo tanto, tenemos que proyectar desde hoy nuestras necesidades colectivas, fundamentalmente de infraestructura pública y de servicios que es lo más urgente. A corto plazo, cuando el año 2021 nuestra patria celebre el primer bicentenario de independencia nacional y a largo plazo, cuando en el año 2040 Arequipa recuerde 500 años de fundación española. Eso nos obliga a organizarnos desde hoy y no dejarlo todo a última hora. Tenemos que planificar y no improvisar. Proponemos desde esta tribuna, la necesidad de suscribir un Acuerdo Regional Cívico por el V Centenario. Es decir, un acuerdo político, social y económico donde todos los arequipeños con las instituciones más representativas de la ciudad y sin exclusiones, pero respetando autonomías, establezcamos nuestras políticas regionales y provinciales de mediano y largo plazo en cada uno de los sectores.
Eso evitaría que los futuros alcaldes provinciales y gobernadores regionales improvisen, desplacen o posterguen las obras que por consenso los arequipeños prioricemos hacia el 2040. Este anhelo colectivo, puede comenzar con la suscripción de una Declaración de Principios al cual deberían ser convocadas las autoridades de las instituciones más representativas de la región para ver si están o no comprometidas con el futuro de Arequipa. Luego, tendría que elaborarse un Estatuto y un reglamento que señale con precisión, deberes y derechos, estructura, comité directivo, secretaria técnica y equipos sectoriales, así como incompatibilidades y otros, de manera que nada se deje a la improvisación.
Las mesas técnicas de concertación sectorial previo debate, deberían alcanzar al Acuerdo Cívico sus propuestas para que ellas por consenso o unanimidad, sean aprobadas y estas se establezcan como políticas regionales y provinciales a mediano y largo plazo que las futuras autoridades provinciales y regionales deberían respetar. Hagamos el esfuerzo de concretar esta idea. El año 2001 el Gobierno de Toledo aprobó el Acuerdo Nacional y sus 32 políticas de estado que tuvo como horizonte el año 2021 en ocasión del bicentenario de nuestra independencia nacional.
Las organizaciones políticas, económicas y sociales, los colegios profesionales, las universidades de la ciudad, el gobierno regional y los gobiernos municipales y los nuevos congresistas de Arequipa, debemos impulsar esta propuesta hoy reseñada brevemente y que debería ser aprobada mediante ordenanza regional por el Consejo Regional. El futuro de Arequipa no puede estar supeditado a intereses ideológicos, políticos o económicos de izquierda o derecha. Los más llamados a efectuar esta convocatoria deberían ser el alcalde provincial, Omar Candía y el gobernador regional como líderes de la ciudad.
O trazamos un horizonte común hoy o continuamos postergados a nivel nacional. No les heredemos a nuestros hijos una región en caos, desorden y postergación.
En resumen, hagamos un esfuerzo conjunto de formular y proyectar el Acuerdo Cívico Regional por el Quinto Centenario del año 2040 cuando nuestra hermosa Arequipa cumpla 500 años de Fundación española. Arequipa como hermano mayor de la región, tiene que apoyar la cristalización de los proyectos más importantes de nuestras provincias, ya que ellas no pueden seguir postergadas ya que el centralismo que tanto criticamos a Lima, no puede replicarse en la provincia de Arequipa.
Nuestros hijos y nietos nos lo agradecerán y le daremos una lección cívica de concertación política económica y social al Perú. ¿Podemos avanzar en ese horizonte colectivo? ¿Qué impediría que lo concretemos? ¿Podría alguna institución representativa de Arequipa oponerse a esta propuesta del Acuerdo Cívico del Quinto Centenario 2040? ¿El Gobernador Regional haría suya esta propuesta ciudadana? ¿El alcalde provincial y los regidores podrían enarbolar esta propuesta en beneficio de la ciudad que fue declarada patrimonio cultural de la humanidad de la UNESCO? ¿La Agenda por el Desarrollo de Arequipa que lideran la UNSA, la UCSM y la UCSP respaldarían esta propuesta? ¿El CONREDE podría impulsar esta iniciativa en representación de los colegios profesionales de Arequipa? ¿Las organizaciones sociales se opondrían a la planificación estratégica y desarrollo de Arequipa rumbo al quinto centenario?
Hugo Amanque Chaiña – Periodista